“El optimismo oficial luce (una vez más) apresurado. La mejora de la actividad económica se explicó casi en su totalidad por el crecimiento del sector agropecuario”, advierte el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala. La economía registró en mayo una suba del 2,6 por ciento frente al mismo mes del año pasado . Las cifras del EMAE quebraron así 12 meses consecutivos de bajas interanuales. Aunque las cifras entusiasman a los funcionarios del Palacio de Hacienda desde el ITE sostienen que la crisis todavía no terminó. Al descontar el efecto del agro, el EMAE cayó 3,4 por ciento anual. “La actividad económica continúa atravesando un período recesivo con final incierto, de lo que sí se tiene certeza es que, en caso de encontrarse un piso, éste será en un nivel significativamente bajo”, aseguran los investigadores en su último informe.
El Gobierno llega a las PASO sin logros económicos para exhibir. Los funcionarios del Palacio de Hacienda que a lo largo del primer trimestre anunciaban el fin de la crisis se abrazan al último dato del EMAE para “imaginar una continuidad del crecimiento en los meses que siguen”. Apuestan, por ejemplo, a que “comience a impactar la mejora en los salarios reales producto de las negociaciones paritarias”. Las estadísticas oficiales no permiten sustentar los anhelos del ministerio encabezado por Nicolás Dujovne. Las cifras del Indec muestran que la celebrada mejora en la actividad económica mejora se explica casi en su totalidad por el rebote estadístico del sector agropecuario ya que la comparación se hace contra los meses de sequía. Sin embargo, el resto de los sectores se mantiene en caída libre.
A contramano del optimismo oficial desde el centro de investigaciones que depende de ATE y UTE enfatizan que “leves subas mensuales aisladas no son suficientes para confirmar la salida de la recesión, más aún cuando la mayoría de los sectores de la economía continúa en franca caída y no se avizoran en el horizonte motores que permitan sostener el crecimiento”. Los investigadores sostienen que “lo que agrava aún más la situación es que los sectores de peor desempeño siguen siendo los de mayor peso en la actividad y los que más empleo generan, como la industria y el comercio”.
¿Qué muestran los datos adelantados de junio? El Índice Mensual de Actividad del ITE que había adelantado el leve repunte de la economía en mayo volvió a caer 1,2 por ciento en junio y registró así una retroceso del 5,6 por ciento en doce meses. Con esas cifras la medición cerró el segundo trimestre con una caída desestacionalizada de 0,8 por ciento y 5,9 por ciento anual. Así, el primer semestre de 2019 acumuló una contracción de 6,2 por ciento anual.
Existen dos componentes imprescindibles para el crecimiento económico: el consumo y la inversión. Desde el ITE indican que “la falta de inversión y el bajísimo nivel de utilización de la capacidad plantean un serio problema para el mantenimiento del empleo y la sostenibilidad de las empresas en los próximos meses”. El ajuste en la inversión representa la ausencia de gasto en construcciones (residenciales y no residenciales) y en máquinas y equipos necesarios para desarrollar la producción. El Índice Mensual de Inversión del ITE acumula una caída del 20 por ciento anual en los primeros cuatro meses del 2019, la peor contracción de los últimos diez años que solo puede compararse con el retroceso de 2009.