(Desde Santa Fe)

Miguel Lifschitz anunció ayer que hasta el final de su mandato el 10 de diciembre "todas las decisiones políticas que tengan algún impacto económico y presupuestario en el futuro van a ser conversadas" con su sucesor, Omar Perotti. "Es lo que corresponde", dijo. Y lo que le pidió el gobernador electo el viernes pasado, cuando le sugirió que sea "muy cuidadoso en la transición", es que cumpla con la ley de Responsabilidad Fiscal que le impide aumentar "el gasto corriente". Asimismo, advirtió sobre un "deterioro importante y acelerado" en el déficit fiscal de la provincia, que era de 8.000 millones de pesos en mayo, podría superar los 10.000 millones en junio y duplicarse en diciembre, cuando Perotti llegue a la Casa Gris, según estimaciones de su equipo.

El anuncio de Lifschitz se conoció a poco de una llamada del ministro de Gobierno, Pablo Farías al diputado Roberto Mirabella, a quien le confirmó que el próximo jueves 1º de agosto le entregarán las respuestas al pedido de informes (con 53 interrogantes) que los enviados de Perotti le dejaron en su despacho hace un mes, el 3 de julio.

En una recorrida por el norte santafesino, Lifschitz fue consultado por la exigencia de los gremios estatales para que designe a los empleados públicos contratados, antes de dejar la Casa Gris. La cantidad de nombramientos es una incógnita: algunas fuentes sindicales admiten 3.000 trabajadores, pero otras sugieren el doble. "Es un reclamo que están haciendo los gremios públicos, es bastante habitual que sobre el fin de todas las gestiones haya reclamos de pases a planta (de los contratados), pero hasta ahora no hemos tomado ninguna decisión. Se está conversando", dijo Lifschitz. "Y obviamente, todas las decisiones que tengan algún impacto" económico o presupuestario "en el futuro, van a ser conversadas con el" gobernador electo.

El ministro Farías adelantó al diputado Mirabella que el jueves le entregarán las respuestas al pedido de informes que se hizo.

La definición del mandatario es una respuesta a lo que Perotti le planteó el viernes, en medio de la gira con el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández. El rafaelino solicitó al gobernador que sea "muy cuidadoso en la transición" y cumpla "la Ley de Responsabilidad Fiscal", que es la que define "qué puede hacer y no puede hacer un gobierno en el final de mandato. Eso está establecido legalmente. Lo que deseamos es que lo cumpla", le sugirió.

El principio rector de la ley 25.917 es el "equilibrio fiscal" y el artículo 15 bis obliga a Lifschitz a que en los cinco meses que le quedan de mandato "no podrá realizar incrementos del gasto corriente de carácter permanente". Eso es lo que le pidió Perotti que cumpla.

Lifschitz insistió en que dejará "una administración sana" de la provincia, a pesar de que tuvo que "hacerse cargo de las políticas" que abandonó el gobierno de Mauricio Macri, "entre ellas el incentivo docente o el subsidio al transporte público", comentó.

Sin embargo, Perotti se mostró preocupado por la herencia local y las cuentas en rojo. "Lo que nos preocupa son las cifras que van apareciendo del déficit fiscal", que revelan "un deterioro importante y acelerado" de las cuentas públicas de Santa Fe, alertó el próximo huésped de la Casa Gris.

En el equipo de transición del gobernador electo ya saben que el déficit de la provincia en mayo era de 8.000 millones de pesos y estiman que en junio podría superar los 10.000 millones. "Vamos a ver cuánto es cuando nos den la información el jueves", dijo a Rosariol12 uno de sus integrantes. La proyección del rojo a diciembre podría duplicar esa cifra, que "sería infinanciable". "Suponemos que habrá medidas de contención del gasto público y según las acciones que se tomen será el volumen del déficit que van a dejar", agregó la fuente.

"La situación es delicada y va a ser más delicada a fin de año", señaló el colaborador de Perotti. "Después de 15 meses de recesión hubo una caída de la recaudación en términos reales del orden del 15 por ciento en el último año. Eso ha desmejorado las finanzas de la provincia y el escenario que tenemos para los próximos cinco meses es de continuidad. Es una situación muy preocupante".

El equipo de Perotti saludó la decisión de Lifschitz de acordar con el gobernador electo "las decisiones que tengan impacto presupuestario", pero está a la espera de "ver en la práctica de qué forma se expresa esa voluntad política". "Es lo que exigió el gobernador electo y lo que corresponde ante la difícil situación de la provincia", alertó.