Un triunfo espectacular

Central no necesitó pisar el área rival para marcar goles en Tucumán. Definiciones espectaculares de Rius y Gil le dieron al canaya una victoria relevante en su debut en Superliga frente a un Atlético que se frustró por la dedicación colectiva del auriazul para defender. El canaya defeccionó en ataque, con actuaciones decepcionantes de Lovera y Riaño, pero lució con Rinaudo por su capacidad para recuperar la pelota como para hacer jugar a todo el equipo. El volante central fue el mejor de la noche aunque las felicitaciones se las llevaron los inesperados goleadores que tuvo el conjunto de Diego Cocca.

  Central encontró el gol en una jugada individual extraordinaria. Nada de su juego ofensivo estuvo cerca de marcar diferencias. Pero en la gran definición de Rius aprovechó el canaya para mostrar la faceta del juego que más cómodo le sienta: defender. Lo hizo con orden táctico, apoyado por Rinaudo para sacar siempre al equipo del fondo cuando le llegó la pelota. La recuperación y los pases al pie del ex Gimnasia, sin dudas lo más destacado del equipo de Cocca.

  Atlético Tucumán no fue mejor a Central a la hora de atacar. No generó acciones de gol pero su ambición por jugar en campo rival tuvo al local siempre más dispuesto a encontrar la diferencia.

Atlético Tucumán perdió la pelota en un lateral a favor y Rius, después del dominio del balón sacó un derechazo desde 30 metros al ángulo que sorprendió a Luchetti. Un golazo para un partido malo. De igual forma Ledesma tuvo poco trabajo. Un remate desviado de Fernández y alguna que otra pelota sin rechazar del fondo auriazul llevó riesgo, aunque nada que pusiera en peligro la ventaja auriazul.

Lovera no gravitó en ataque, Zabala no logró progresar con su juego y Rius intentó en vano buscar complicidad en sus compañeros con cada jugada que lo tuvo por derecha.

  Nada cambió en el complemento. Atlético Tucumán presionó para jugar en campo de rival y por azar llegó al empate en una pelota que le cayó a Carrera y su remate se desvió en Molina para descolocar a Ledesma. El Decano no tenía muchas ideas pero no le faltaron ganas. Su perseverancia fue suficiente para llegar el empate.

  Cocca temió lo peor y no dudó en sacar a Lovera en ataque para reforzar el mediocampo con la presencia de Pereyra, y Gil se adelantó en el campo. Una vez más Lovera no marcó diferencias siendo titular.

Central no pisaba el área de Atlético Tucumán. Y no lo necesitó para volver a sacar ventaja. Rinaudo entregó un pase recto y preciso a Gil y el volante sorprendió con un zurdazo cruzado y bajo que ingresó por el segundo palo.

  Central mantuvo su firmeza en el fondo y no pasó sustos en el camino al minuto 90. Ni siquiera cuando el partido se reanudó por un corte de suministro eléctrico en el estadio a falta de tres minutos para el final. La victoria abre ilusiones en un equipo que tiene por delante la tarea de la permanencia.