Los ritmos urbanos latinoamericanos ganaron la batalla cultural y hoy dominan el mercado no sólo regional sino mundial. De alguna manera, son nuestro equivalente a las grandes estrellas del hip hop de los ‘90 y 2000. Hoy, J Balvin o Bad Bunny están en igualdad de condiciones con las bandas de rock y las superestrellas pop. Y eso chorrea hacia todos lados: no solamente llegan a Pacha Ibiza o a encabezar festivales como Primavera Sound sino que también influencian a la frikiada y se cuelan en circuitos experimentales, en sótanos, en producciones independientes y en raves. Entre el reggaetón, el trap, el dembow, el moombahton y el hip hop, lo culto, lo popular y el mainstream nunca estuvieron menos delimitados, y se mezclan y juegan entre sí con resultados de lo más ricos y mutantes. En este momento histórico, Tomasa del Real es una figura fundacional.
Cruzando el underground con lo popular, la chilena es mostra antes de que ser mostra se pusiera de moda. Tomasa es un producto 100 por ciento globalizado, pero a la vez completamente autóctono y local; una hija conceptual entre Nicky Minaj y Gladys, la Bomba Tucumana que de tan distinta acabó inventando su propio género y fundando una nueva movida que nuclea a los pibes más locos e inventivos del cachengue actual alrededor de todo el globo: el neoperreo .
Oriunda de Iquique, al norte de Chile, entre el desierto y el Pacífico, Tomasa tiene 32 años y comenzó como tatuadora y diseñadora de modas. En 2016 lanzó su primer álbum, Bien y mal, que incluyó hits que ya son clásicos como Arena modernísima y Tu señora. Y a partir de ahí pasaron muchas cosas, entre ellas que el neoperreo cristalizó y se viralizó como el nuevo fenómeno trasnacional de la música tropical pasada por un filtro 2019: entre algunos de sus exponentes se encuentran Flavia Sustancia, El Plvybxy, Sassy Girl o Tferent. Y si bien no es parte de la crew oficial, también se enmarca en el género a Ms. Nina.
“Primero fue un nombre que le di al estilo de música que estaba haciendo en una entrevista que me hicieron para la Redbull Radio, en Nueva York. Me calificaban como reggaetón y yo no quería porque lo sentía apropiador. Entonces dije: ‘Esta música es nueva y se perrea: neoperreo’. Con el tiempo varios artistas comenzaron a identificarse con ese nombre, porque les quedaba más cómodo para nombrar su música. Así nos fuimos conociendo y formamos un grupo de gente que trabaja junta”, le explica Tomasa al NO.
De producción independiente y muy predominantemente digital, el neoperreo tiene un anclaje fuertemente identitario en su cualidad de globalizado: su nación es Internet. Al fin y al cabo, es su respeto por las raíces y los géneros más puros que los inspiraron lo que los define como orgullosamente apátridos: “Mientras que el reggaetón viene de la isla de Puerto Rico, el neoperreo es la influencia de esa música en artistas de todo el mundo, un sonido global y que se perrea, que es para el club. Esa es la diferencia: no somos de un lugar en específico; el neoperreo es de todas partes del mundo”, elabora la artista.
Tomasa no sólo vivió en Buenos Aires sino que colabora con varios artistas de acá (el Plvybxy, la Sassy, Galanjah) y es habitué de los escenarios porteños. Este año pasó por la Sudan, en Niceto Club, y próximamente lo hará en el Xirgu-Espacio Untref para presentar su disco de este año, TDR. En el medio, participó del line up de Coachella, siendo una de las tres artistas chilenas en llegar al megafestival californiano en 2019: “La dinámica estadio en Coachella funcionó súper bien. Cuanto más grande el escenario, mejor. Quiero hacer lo que hago en escenarios cada vez más grandes para que la gente se entere de que lo que hacemos existe, que no se lo pierdan porque está en el underground. Por otra parte, los festivales más importantes que muestran lo nuevo están empezando a invitar a gente como nosotros. Hoy en día ya está listo para que lo vea cualquier persona”.
Tomasa es vivo ejemplo de que no acatar normas ajenas y hacer lo que se te dé la gana lleva lejos. Nunca hizo nada para pertenecer: ofreció lo que tenía, lo que la interpelaba, y así la industria se dio cuenta de lo que le estaba haciendo falta. Lo que se dice una pionera. “No me ha pasado nunca que la industria o alguien superior me diga qué tengo que hacer. No tuve ese tipo de acercamiento sino al revés: llegué a la industria saliéndome un poco de la norma. Eso es lo que les gusta, eso es lo que vendo”, reconoce.
No es de extrañar que Tomasa haga eco en otra figura importantísima de la música urbana actual, que también sorprendió por su flow, su actitud y su presencia cuando se convirtió en sensación dos años atrás: “De todos los artistas del mundo, hoy en día me encantaría hacer un featuring con Cardi B”, dice la chilena. Y a juzgar por la constante retroalimentación entre underground y mainstream en los géneros urbanos actuales, y por la capacidad de Tomasa para comerse el mundo a la velocidad de la luz, parece que el feat es absolutamente probable, y tiene destino de hit absoluto.
* Tomasa del Real presentará TDR el jueves 1º desde las 21 en el Teatro Margarita Xirgu-Espacio Untref, Chacabuco 875.