En la primera escena de la última película de Campusano la iglesia se prende fuego, sin arder. La oscuridad católica se huele desde el primer plano, y se sostendrá, transversalmente, durante todo el relato

Campusano cuenta que a la primera versión de la película la escribió entre 2000 y 2005. Que por esas épocas, por no filmar, estaba muy angustiado y escribía muchísimo. El escenario de “Hombres de piel dura” es Marcos Paz. El aire es patrimonio de la heterosexualidad obligatoria. Los abusos, la pedofilia eclesiástica y la impunidad componen el orden de las cosas. El ejercicio de la identidad homosexual será la fuga de una coyuntura caldeada. La vieja tetera del baño de la Estación Bosques de Florencio Varela, la actitEn "Hombres de piel dura", José Celestino Campusano aborda, a través de un registro directo, la crudeza de la época en todas las dimensiones que tuvo a su alcance. Coherente con su trayectoria, el estilo para contar sigue siendo bruto, seco. En la historia, Ariel, el protagonista, habita un universo imposible. Solo ha indagado su sexualidad a partir de una relación secreta con el cura de la parroquia. Un desplante le permitirá explorar en su deseo moviendo piezas cotidianas. Pero el ecosistema será hostil y censurador. Campusano, saca a la luz las masculinidades fragmentadas por el erotismo enclosetado y a los secretos prohibidos de un conurbano árido.ud fálica y filosa de los varones rurales y algunos cruces vinculares serán la trama sexual que corromperá la virilidad de los cuatreros.

La mayoría del elenco es de la zona, son vecinxs de Marcos Paz. El protagonista se llama Ariel. Una marica que busca. Quien lo interpreta es La Queen, una dragqueen de Fuerte Apache, que canta trap y circula sus videos con fuerza por las redes sociales y su canal de Youtube.

Tu película encarna una denuncia... ¿Qué está denunciando dirías vos?

La heterosexualidad rural tan intensa y, en paralelo, los abusos. Para mí, esto en el cine siempre fue tratado de forma vocativa. Es decir, no en presente, ni tampoco mostrando curas jóvenes, exitables, en plena actividad perversa.

Somos una sociedad bastante vapuleada desde todos los ángulos y que justamente no tenemos nada resuelto en el área sexual, pero en absoluto. Es una sociedad absolutamente pedófila. Hay una cuestión de oscuridad que merece ser desentrañada, por lo menos citada. Tiene que ver con que las cosas no son para nada lo que parecen, menos la heterosexualidad.

Por eso hiciste todo un trabajo para desentrañar esa oscuridad con lxs vecinxs, con lxs actorxs reales que habitan el escenario de la película…

La mejor materia prima es invariablemente la fuerza de la anécdota. Para mi gusto no hay nada que sustituya a ese potencial. Hablé con muchas personas sobre este tema, con sacerdotes católicos. Esa data en gran parte está en la película.

Digamos que la historia está basada en la más cruda realidad…

Todas mis películas fueron concebidas en base a un mismo anhelo y un mismo proceso: que las personas anónimas instalen sus vivencias, sus lecturas. En algún punto, que el inconsciente colectivo pase a ser una fuerza activa en nuestros films. Tratamos de buscar la mayor cantidad de hechos reales, realmente contenidos, hilados, en función de un discurso narrativo. Consideramos la mirada del ensayista, del periodista, la mirada del político; pero nos situamos donde está la mirada de las personas que han tenido que ver. Sus aportes son totalmente incondicionales. No hay filtro en ellos. Es, en definitiva, la vida de las personas. Y la película aporta en el lugar este; en que hay otro versionado posible y es el de la gente que ha estado involucrada.

Inclusive la escena del abuso en el espacio religioso…

Sí, es el caso de un amigo ya fallecido. Este hecho a él lo había traumado, tal es así que consideró asesinar a este cura cuando el cura volvió a la zona. Este cura fue trasladado. Diez años después, volvió a un colegio religioso de Florencio Varela. Mi amigo fue a buscarlo para asesinarlo, pero ya lo habían trasladado nuevamente. Ahí, justamente lo que es llamativo es cómo un hecho traumático puede potenciar el ejercicio del mal en un inocente al punto de transformarlo en un asesino.

¿Y cómo fue el proceso de la construcción del personaje de Ariel, el protagonista?

Tiene que ver con gente que he conocido a lo largo de mi vida. En Ezpeleta, en Florencio Varela, todo lo que es el Conurbano Sur hay arquetipos humanos muy interesantes, muy generosos. Mucha humanidad, generosidad de abrir su vida, en permitir analizar de igual a igual los hechos recientemente o antiguamente generados, bueno, la materia prima de nuestro cine. Cuando lo vi a Walter, el actor, por primera vez sabía que era él. Y lo mismo él, leyó el guion y me dijo lo mismo, que era el personaje de la película. Ariel está compuesto en base a varias influencias. En el Conurbano he conocido varias personas que tienen particularidades que habitan el personaje de Ariel.

¿Pensás que la subjetividad de Ariel tiene que ver con la subjetividad de una marica potenciada?

No, para nada. El personaje no ha cambiado mucho desde que fue concebido, no va variado en todo el proceso de reescritura del texto. No tratamos para nada de empatarlo con una movida presente, en absoluto.

¿En qué se distancia esta última película de “Vil Romance”, una de tus películas que también interpela los vínculos homosexuales?

En Vil Romance no hay presencia institucional. Toso se resuelve entre vecinos, entre personas. No aparece la policía. Acá sí, el tema de la oscuridad de las instituciones está presente y es una constante desde principio a fin de la película. A pesar de que han existido curas muy jugados, honestos, trabajando por la comunidad, también está la parte turbia. Por la vinculación de la iglesia católica a lo largo del tiempo con los núcleos de poder; sea poder terrateniente, sea poder político o poder de facto. Y toda esa violencia constante en lugares disímiles, todas las violaciones sistemáticas de menores. Al incluir los flagelos de ciertas instituciones sobre la vida diaria de las personas ahí se torna más político. Si hablás de las primeras películas el tema institucional está ausente. Al estar ausente, lo que está en primer plano es el tejido social por sí mismo, por lo que constituye, por sus partes más luminosas y sus partes más oscuras.

¿Y en dónde se expresa el posicionamiento político de la película?

 

En tomar partido por la comunidad, ni más ni menos. Hay un tono bastante certero en la puesta en escena y en la progresión dramática, pero siempre del lado del humano. Y es esta una toma de decisión bastante concreta. Y también; el final de la película habla de otras cosas. Que ahí comienza el verdadero periplo intenso del protagonista, pero siempre del lado de quien hace falta estar. Y esa es una actitud política bastante clara.