"Estar en Piñero es una odisea", dijo ayer Diego "Panadero" Ochoa, a quien se juzga como presunto instigador de la muerte de su antecesor como líder de la barrabrava de Newell`s, Roberto "Pimpi" Caminos. Desde su silla, Ochoa toma nota de todo lo que sucede y responde las acusaciones que se le hacen. Durante la audiencia de ayer, explicó por qué estuvo detenido en la misma celda de la cárcel de Piñero con los autores materiales del crimen perpetrado en marzo de 2010. En tanto, nuevas escuchas dieron cuenta de que no le gustaba que se metan con su trabajo: en una conversación con alguien de la dirigencia de club dice que no le gustó el accionar de una mujer --aparentemente, del club-- que le reclamó no tener estacionamiento disponible. "Donde la veo, le rompo la cabeza", amenazó, en el audio.
El director de la Unidad 11, de Piñero, declaró ayer en el marco del juicio y detalló cómo fueron los movimientos del imputado dentro del penal. "Ochoa ingresó el 2 de julio de 2016 y fue a una celda de resguardo porque dijo que no quería ir a ningún pabellón. El 22 de ese mes, llegó una orden de traslado y fue al pabellón 13, donde estaban detenidos René Ungaro y Carlos Godoy --condenados a 11 años como autores materiales del crimen de Caminos--. El dijo que ahí no corría riesgo su integridad física, y que era el único lugar donde se iba a sentir seguro", declaró el funcionario. En tanto, indicó que el 14 de octubre de 2016 se ordenó sacarlo de ese pabellón y enviarlo al 15. "Prestó conformidad", aseguró. Además, indicó que tres días después de ese traslado, se encontró el pabellón 4 pintado con los colores de Ñuls.
Ochoa no se quedó callado. "Estoy en Piñero desde que me trasladaron de la comisaría 32ª por un oficio. Yo jamás pedí ir ahí", dijo y agregó: "No entiendo qué se quiere demostrar con esto. Para mí, estar en Piñero es un problema día a día. Es una odisea que la decide el Servicio Penitenciario", aseguró.
También declaró el actual director general de la Policía de Investigaciones, Danien Corbellini, quien aseguró que por la experiencia de sus investigaciones, las barrabravas se manejan "de manera extorsiva", incluso "hacia los dirigentes, comerciantes, hinchas".