En un fallo unánime, la Justicia santafesina encontró culpable y condenó a 18 años de prisión al exboxeador Carlos Baldomir por abusos sexuales contra su hija. Así lo resolvió el tribunal que durante casi una semana valoró la prueba presentada en el juicio oral. Tras conocer el veredicto, Fiscalía manifestó conformidad y aclaró que no hubo un solo elemento determinante, sino un plexo probatorio contra el acusado. La víctima tenía entre 8 y 9 años al momento de los hechos y declaró en cámara Gesell sobre los sucesos denunciados.

La imagen de Baldomir, de 48 años, se difundió la semana pasada cuando entró esposado a la sala de audiencias y antes de sentarse hizo gestos contra trabajadores y trabajadoras de prensa, que realizaban su trabajo de hacer fotos y filmar antes de retirarse, ya que la producción de la prueba se hizo a puertas cerradas.

Ayer, tras escuchar a una veintena de testigos, el tribunal resolvió por unanimidad la culpabilidad del acusado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante (hechos reiterados) -ambos calificados por haber sido cometidos contra una menor de 18 años de edad, aprovechar la situación de convivencia preexistente y por ser ascendiente de la víctima-; y promoción a la corrupción de menores de edad agravado.

Los fiscales Federico Grimberg y Alejandra Del Río Araya se mostraron conformes con la decisión de los magistrados Susana Luna, Rodolfo Mingarini y Pablo Busaniche, pese a que habían solicitado una pena de 20 años de prisión. "El acusado fue condenado por las mismas calificaciones legales que solicitamos en los alegatos de clausura", valoró Grimberg.

Consultado sobre los elementos probatorios que llevaron a la sentencia condenatoria, aseguró que "no hubo una sola (prueba) crucial, sino que se trató de un plexo probatorio. Toda la prueba fue fundamental para poder llegar a una sentencia de condena", aseveró. Y recordó: "Los delitos que investigamos fueron cometidos en la ciudades de Santa Fe y de Junín (provincia de Buenos Aires), respectivamente. Se investigaron abusos cometidos en perjuicio de la propia hija del acusado".

Según se indicó antes del juicio, los ilícitos comenzaron cuando la víctima estaba en edad escolar y se reiteraron en "múltiples oportunidades". Incluso, la fiscal Del Río Ayala dijo en su momento que "algunas de las agresiones sexuales fueron perpetradas en el domicilio familiar que compartían la víctima y el acusado en la ciudad de Santa Fe, y en el que también vivían los hermanos de la niña y la madre, que era pareja" de Baldomir.

En tanto, los abusos cometidos en Junín se dieron mientras el acusado residía temporalmente allí y cuando la víctima iba de visitas. Fue "puntualmente en los veranos de 2012 y 2013, en el transcurso de estas visitas", dijeron desde Fiscalía. "También fue acusado de abusar de su hija en febrero de 2014, en una ocasión en la que junto a otros familiares concurrieron a una cena en un comedor de las afueras de la ciudad de Santa Fe", explicó el funcionario del MPA sobre un hecho que se cometió dentro de un auto, en el camino de regreso.

La causa fue llevada a juicio por la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas), desde donde se tuvieron en cuenta los derechos y protección a la víctima para "no revictimizarla".

En tanto, la defensa del acusado consideró que se trata de una "pena excesiva". Y adelantaron que apelarán el fallo, y que esperaban una absolución. En el juicio, el excampeón se declaró inocente y apuntó a su expareja y madre de la niña, que fue quien presentó la denuncia en octubre de 2016. 

Baldomir fue detenido el 18 de noviembre del 2016, en la ciudad de Junín, donde vivía con su actual pareja. 

En tanto, tras los ademanes del inicio del juicio, la semana pasada, cuando hizo fuck you y otros gestos con las manos a un grupo de periodistas, el acusado negó tal actitud a través del abogado y dijo que mostró los puños porque iba a ganar. Ayer, les levantó los pulgares antes de escuchar las sentencia.