Desde Santa Fe

£El ministro de Gobierno Pablo Farías entregará hoy a las 9 a los enviados de Omar Perotti la respuesta al pedido de informes que le dejaron en su despacho en la Casa Gris hace casi un mes, el 3 de julio, con 53 interrogantes en "materia presupuestaria y financiera, la situación del Tesoro, la deuda y las obras públicas", entre otras cuestiones. El gobernador electo estuvo esta semana en Santa Fe para seguir el monitoreo de las cuentas de la provincia ante lo que ya advirtió como un "deterioro importante y acelerado" del déficit fiscal que en mayo era de 8.000 millones y en junio puede superar los 10.000. En las reuniones con su grupo de trabajo, Perotti trató varios asuntos, entre ellos "las dificultades de muchos municipios para pagar los sueldos de los trabajadores" y se anotició que el gobierno "usa su saldo al descubierto en el Banco de Santa Fe" para afrontar el cronograma de pagos con los agentes del Estado, según reveló a Rosario 12 uno de los colaboradores del gobernador electo.

Una vez que el equipo de Perotti reciba el informe de Farías, comenzará una nueva etapa en la transición hasta el 10 de diciembre: las consultas serán directamente con los ministros del gobernador Miguel Lifschitz. Y los interlocutores, los mismos integrantes del equipo de transición (el ex ministro Rubén Michlig, los diputados Roberto Mirabella, Leandro Busatto y Silvina Frana y los senadores Alcides Calvo y Armando Traferri) porque Perotti se tomará su tiempo antes de anunciar a su futuro gabinete. La diputada Frana fue incorporada al equipo por pedido de la ex vicegobernadora María Eugenia Bielsa, quien ya le sugirió otro nombre para sumar al grupo: el ex diputado Oscar Daniele.

En Santa Fe, Perotti suele reunirse con sus colaboradores en dos despachos, uno está a tres cuadras de la Casa Gris y el otro, muy cerca de la Legislatura. El martes, utilizó el segundo y luego almorzó en un restaurante del microcentro con su círculo de confianza. El gobernador electo se mueve sin custodia, así que su contacto con los santafesinos fue directo.

Mirabella, Michlig y sus colegas irán al encuentro con Farías con la expectativa de recibir "toda la información que solicitaron, completa y fidedigna" y luego profundizarán el análisis de los datos que reciban.

Un punto de distancia entre el gabinete de Lifschiz y el equipo de Perotti es "la mirada de las cuentas de la provincia". El gobernador y sus ministros ya han dicho que entregarán una gestión "ordenada", mientras que el electo advirtió sobre el rojo fiscal y el "deterioro" del déficit. "Eso está acreditado en los números de la provincia y en las proyecciones que hacemos nosotros de aquí a fin de año", dijo uno de sus colaboradores. "Lo que muestran es una foto de determinadas variables al mes de junio, pero lo que no dicen es cómo va la película y cómo se comportan esas variables".

"La tendencia del déficit es muy preocupante para el segundo semestre por el comportamiento de esas variables", planteó la fuente consultada por este diario. "Hay una reticencia de hablar de ese tema y de lo que disparó la noticia de Córdoba que va a revisar la aplicación de la cláusula gatillo". En Santa Fe, la ministra Claudia Balagué ya dijo que Santa Fe "no seguirá el camino" de la vecina provincia y cumplirá sus acuerdos paritarios con los docentes y trabajadores públicos.

Según el equipo de Perotti, lo que se debería discutir en la transición con el gobierno de Lifschitz es "cómo evolucionaron las variables económicas en el último año y medio y su proyección a un año. Eso es lo que tenemos que tratar". "Deberíamos coincidir en cuál será el futuro que nos espera. Todos los días cierran empresas y negocios, el Estado provincial no va estar al margen de esa caída económica y más, cuando el gasto está atado a la inflación y los recursos por debajo de la inflación. Eso tiene un límite y ese límite ya se pasó. Lo que nadie quiere poner arriba de la mesa es esta circunstancia".

"Lo que queremos es que se reconozca la situación en la que estamos y hacia dónde vamos", insistió la fuente. Y puso dos ejemplos: el presupuesto de 2018 cerró con un superávit cercano a los 3.000 millones y en 2019 hay un "déficit progresivo" y ningún "acontecimiento" que permita prever que esa tendencia cambie en lo que resta del mandato de Lifschitz. "El rojo en mayo fue de 8.000 millones y en junio rondará los 10.000. Entonces, ¿cuál es la película?", cerró la fuente.