La gobernadora María Eugenia Vidal eludió una pregunta sobre la despenalización de la marihuana para consumo personal. "Todavía no estamos en el momento para dar ese debate", se escabulló Vidal. Sin embargo, planteó una extraña teoría acerca de que el consumo es aceptable o no de acuerdo al nivel socioeconómico del consumidor.
"Entiendo que puede haber sectores que tengan libertad de decidir, en el caso de la marihuana, fumarse un porro. En algún nivel socioeconómico distinto", sostuvo Vidal. "Ahora, cuando yo voy a los barrios más pobres de la provincia, el mensaje tiene que ser uno solo porque la marihuana, al igual que el alcohol y el paco, son drogas de inicio", aseguró, con un discurso clásico de la derecha estadounidense.
"No podemos dar mensajes equivocados; mientras las drogas sigan acechando a los pibes más vulnerables, que no tienen otras oportunidades, y que se las tenemos que generar nosotros, no estamos listos para este debate", remarcó la gobernadora bonaerense.
No es la primera vez que la Gobernadora encara el tema drogas con una mirada clasista. Aunque en sus definiciones iniciales, aunque establecía claramente la separación entre "los chicos pobres" y "nuestros hijos", en referencia a los de clase media y alta, no les reconocía a estos "la libertad de decidir". "Los que consumen no son sólo los chicos pobres, son también nuestros hijos", trataba de convencer a un auditorio de pudientes.
Además de su incursión en el siempre complicado terreno de las drogas, la Gobernadora estuvo en un acto en La Plata, dedicada a hacer campaña con la educación .
"Podemos hablar de hechos, porque después de 28 años de escuchar un discurso de la escuela pública encontramos que en la provincia no había un registro de cuántas escuelas ni de cuántos chicos había, ni de cómo se llamaban nuestros alumnos", insistió Vidal con la pesada herencia, en línea con reciente spot, en el que habla de todo lo que le dejaron en malas condiciones.
"Hoy puedo mirarlos a los ojos y hablar de los hechos de estos tres años. De la apertura de la escuela pública para que cada vez más bonaerenses elijan esta educación, de las cuarenta mil vacantes en jardines públicos de toda la provincia para que los chicos empiecen el inicial", aseguró la gobernadora.
No tuvo en cuenta otros datos, sobre todo los que dejan claro el ajuste que sufrió el área educativa bajo su gobierno.
El financiamiento destinado a educación en la provincia de Buenos Aires experimentó un ajuste estructural inédito . La inversión educativa registró una retracción de 27,1 por ciento entre 2016 y 2019, que representa un recorte de 64.709 millones de pesos en tres años. La cifra está ajustada por inflación para expresar la caída en la capacidad de compra del fondeo provincial. Así, la participación de la inversión educativa en el producto bruto geográfico (PBG) muestra una reducción de casi 1,5 por ciento al pasar de 4,5 al 3 por ciento en tres años. La principal variable de ajuste son los salarios de los docentes.
“Desde la apertura democrática, desde 1983, la educación en la provincia de Buenos Aires no sufría un ajuste estructural como el observado entre los años 2016 y 2019. Todos los indicadores de financiamiento educativo se vieron reducidos de forma conjunta e inédita en la historia de la educación de la provincia de Buenos Aires”, indicó a PáginaI12 el especialista en economía de la educación y responsable de las estimaciones, Agustín Claus.
La reducción en la inversión en educación marcó un quiebre frente al dinamismo registrado entre 2005 y 2015, impulsado desde 2006 por la implementación de la Ley de Financiamiento Educativo.