“Usaron una niña para grabarnos en un hotel de Esquel, y nos espiaron en uno de CABA”, le había dicho Sergio Maldonado al juez Daniel Rafecas en mayo durante su declaración testimonial. Así, la justicia federal avanzó en la investigación por el espionaje que sufrió la familia Maldonado por parte de Gendarmería y el ministerio de Seguridad, y entre varios episodios busca pistas de una mujer y una menor que, escudándose en la inocencia del juego infantil, grabó las conversaciones de Sergio Maldonado, su compañera y su abogada mientras estudiaban documentos oficiales, en pleno desarrollo de la causa en la que se investigaba la desaparición y muerte del joven anarquista. El juzgado ordenó antes de la feria judicial de invierno una serie de medidas, y la querella de la familia presentó hoy un extenso escrito con solicitudes de más pruebas.
“Desde ya que hay pruebas que después de dos años ya se tornan de producción imposible, como las grabaciones de las cámaras donde denunciamos que sufrimos espionaje y seguimientos nosotros, Sergio y Andrea, pero no obstante existen muchos datos ‘duros’ surgidos de los peritajes a Gendarmería, o de la causa que condenó a carabineros en Chile, donde se comprueba el accionar sistemático de Gendarmería y el Ministerio de Seguridad de Bullrich para espiar a las víctimas”, dijo a este diario Myriam Bregman, abogada de los Maldonado.
Página/12 pudo saber que este expediente genera nerviosismo en los despachos oficiales que aún ocupa Patricia Bullrich, y el operador de la ministra Gonzalo Cané junto al comandante de Gendarmería Fabián Méndez se presentaron en la causa, anticipándose a una imputación y así poder tener acceso al caso.
Otra prueba clave vino de Chile, de la causa en que fueron condenados carabineros por la Operación Huracán, que coordinaron acciones de espionaje con sus pares argentinos, reveladas por este diario. "Mi comandante, se autorizó el tema nuestro, en cualquier momento empieza a reportar el celular de Maldonado imei y todo", dijo el jefe de Inteligencia de los Carabineros, desde Chile. "Impresionante", le contestó el director de Inteligencia Criminal de Gendarmería, desde Argentina. Éstas son algunas de las
conversaciones de carabineros chilenos que participaron
de ese operativo conjunto para inculpar a mapuches de ambos lados de la
cordillera en tráfico de armas, en la cual también estuvieron
involucrados agentes argentinos que espiaron a los Maldonado y al
entorno del "Brujo" Santiago con el objetivo de vincularlos al
"terrorismo" de la fantasmal RAM.
Las medidas de prueba que ordenó el juzgado surgieron luego de la declaración testimonial de Sergio Maldonado y las demás personas que denunciaron haber sido blanco de seguimientos, algunos secretos y otros con total alevosía, durante los primeros meses de la desaparición de Santiago, cuando aún no había aparecido su cuerpo en el río Chubut el 17 de octubre de 2017. Además de sus familiares y abogados también fueron espiados Nora Cortiñas, referentes mapuches y miembros de la red de apoyo a comunidades originarias en conflicto de la Patagonia. Se requirieron filmaciones de los lugares y momentos descritos por los denunciantes.
Durante su testimonial, de la que participó el abogado del comandante Méndez, Maldonado describió los episodios que vivieron en los peores meses de sus vidas, mientras buscaban con desesperación a su hermano. El fin de semana previo a que apareciera el cuerpo de Santiago fue feriado largo, y los Maldonado se alojaron en el hotel Cumbres Blancas de Esquel. “En un lugar apartado donde hay una computadora y un escritorio, el Ministerio de Seguridad nos dio un material que habíamos pedido. Mientras estábamos trabajando venía una nenita a usar la computadora. Al otro día, misma situación, la nena iba y venía, algo normal, lo raro fue el segundo día cuando la nena tocó su celular y empezamos a escuchar la voz de Andrea (su esposa) grabada en ese celular. Con Verónica Heredia (abogada de la causa principal) y Andrea nos miramos, no podíamos creer que estábamos escuchando su voz”, dijo el testigo. “Cuando reaccionamos vimos que no había ningún programa ni juego abierto en la pantalla. No alcanzamos a abordar a la niña, se fue, nos quedamos trabajando con el material, estábamos enfocados en nuestra tarea”.
Con el patrocinio del abogado Matías Aufieri, Bregman pidió al juez determinar la titularidad de la línea XXXXXXX0232 que habría reportado información de inteligencia a Fabián Méndez, agendada por éste como “CRINEU”. Cabe destacar que según la información obrante -entre otras- a fs 1873 del expte FCR 8232/17 (causa madre), dicha división de Gendarmería Nacional, fue destinada a tareas relacionadas con la investigación de la desaparición de Santiago Maldonado, desde el mismo 1 de agosto de 2017. Es decir, que el Centro de Reunión de Información de Neuquén de la Gendarmería se abocó a realizar tareas de inteligencia en el caso, pese a que dicha fuerza por motivos obvios no tenía asignada la investigación, no obedeciendo tampoco esas tareas a la investigación de los hechos denunciados por el señor Méndez en torno a protestas en su domicilio o en el Escuadrón de El Bolsón, las cuales fueron posteriores a aquella fecha.
¿Qué información le pasaron al comandante? “Muestra de ello son los reportes volcados a fs 1898 del mencionado expediente en donde se informaba a Méndez de los allanamientos futuros a cargo de la Policía Federal Argentina (que sí tenía delegada tareas de investigación), o de visitas de medios periodísticos a la Lof habitada por la comunidad mapuche, o el itinerario y cantidad de manifestantes que marchaban en distintas ciudad del país reclamando la aparición de Maldonado, entre muchos otros intercambios peritados entre ambas líneas.
Además la querella solicitó también la titularidad de la línea 54XXXXXXX1645 agendada por el Méndez como “Siempre Bajo la Manga! Az”. Entre este usuario y Méndez se ha certificado el envío de mensajes en fecha 5/08/2017 informando sobre los movimientos de tres personas de apariencia mapuche[…] en la fiesta de la nieve, la conversación de aquellos con el mánager de Abel Pintos y la nota que le habrían entregado para difundir el reclamo por la aparición con vida de Maldonado. Vale destacar, que estos intercambios de mensajes, son anteriores a los hechos que habría vivido Méndez el 11/08/17, señalados por su defensa en las presentes actuaciones”. En el escrito consta que “la actual calidad procesal de imputado por parte de Méndez hace indispensable avanzar en medidas probatorias al respecto”.
Se solicite al Ministerio de Seguridad informe detalladamente qué tareas de intercambio y/o coordinación ha llevado o lleva actualmente a cabo personal de su dependencia junto a sus pares de la República de Chile en relación al caso Maldonado en particular, y al abordaje de la protesta de la comunidad Mapuche en general.
Se solicite a las autoridades administrativas y/o judiciales pertinentes de la República de Chile, la remisión de copias certificadas de las actuaciones producidas en el marco de la causa conocida como “Operativo Huracán” y que resultara en la condena de un agente de Carabineros, en lo atinente a las conversaciones que dicho individuo, habría mantenido con personal funcionarios de inteligencia de Gendarmería Nacional Argentina (Rafael Benz y Domínguez)
En cuanto ha trascendido periodísticamente en Chile y Argentina (artículos aportados por Aufieri entre ellos el de Sebastián Premici de Página12), habrían tenido lugar chats entre personal de ambos países, donde se consigna que los mencionados Domínguez y Benz, viajarían desde Buenos Aires a Esquel entre los días 14 y 15 de agosto de 2017 y que se encontraban con el comisario de esa localidad. En las jornadas siguientes se produjo la hipótesis planteada por parte del Ministerio de Seguridad en el expte 8233/17 en torno a la “teoría del puestero”, refrendada por Gonzalo Cané a fs 912, solicitando medidas tendientes a quitar a Santiago Maldonado de la escena del 1/08/17 en la pu lof de Cushamen junto al río, reforzando la hipótesis de que habría muerto el 21/07/17 cuando un puestero de una estancia propiedad de Benneton habría repelido un ataque de la denominada RAM.