Un muy importante dirigente del oficialismo afirmó que el doctor Axel Kicillof “tiene formación marxista". Casi todos los que estudiamos Economía, en algún momento, recibimos formación marxista. En mi caso, estudié en la Universidad pública que, por definición, es plural en la expresión de las teorías científicas. Tuve formación marxista en la Universidad de Córdoba, estudiando para el doctorado en 1959. También tuve formación keynesiana cuando cursé un posgrado en la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos, en un curso al que concurrí en el doctorado de mi disciplina, en 1964. También asistí a un curso, en mi rol de estudiante en la Universidad de Córdoba, en donde se dictó Teoría Económica basada en la Doctrina Social de la Iglesia Católica. Por último, fui alumno de una cátedra-seminario de dicho doctorado, en la misma universidad en 1960, que versó sobre Teoría Económica Clásica, ortodoxa o liberal como se la conoce. En dicho doctorado existía una materia denominada “Teoría del Pensamiento Económico” (igual que en nuestra Facultad de la UBA) y que abordaba conocimientos sobre todas las teorías en el desarrollo de los últimos cinco siglos de muy distinto perfil propositivo. Entonces, tanto Kicillof como yo tuvimos formación marxista en alguna etapa de nuestro aprendizaje universitario.
¿Por qué, entonces, ese dirigente político hizo mención a la formación marxista de Kicillof, como podría haberla hecho en mi caso y de todos los cursantes de la carrera de Economía en la UBA hasta el día de hoy? Es evidente que esa alusión fue usada como argumento para descalificar a Kicillof ante la opinión pública, no para alabarlo, lo que hubiera sido muy valioso si hubiera agregado que formó parte del proceso de estudios de Economía , como cualquier otro estudiante. A Kicillof se lo quiso ensuciar, descalificar, discriminar en lugar de discutir las propuestas que él realiza en torno a su candidatura a gobernador, que se va dirimir en las próximas elecciones de octubre.
Como ese dirigente político no se atreve a dar cuenta de los cuatro años de vigencia de la política económica macrista, que hoy posee indicadores económicos y sociales peores que los de 2015, acude al sucio procedimiento de afirmar –como se hacía hace más años- que el citado colega y candidato es “comunista”. La Constitución Nacional establece que es la idoneidad la única condición para ser funcionario público. El calificativo levantado por Cambiemos nos recuerda la persecución personal de muchos estudiantes y graduados en Economía durante la última dictadura por razones ideológicas, que terminaron desaparecidos o muertos por la represión de la dictadura. Generar miedo acusando a un candidato de “marxista “ o “ comunista“ es una actitud deleznable, que nos retrotrae al pasado y debe ser repudiada
Esto forma parte de las miserias humanas, que debe desterrarse en la política, de la exaltación de etiquetas sobre la conducta de las personas para denostarlas y de la argucia más vil y despreciable. ¡Qué triste puede ser el futuro del país si estos personajes se dedican de aquí en más a la persecución ideológica y olvidan su función básica que es gobernar para el afianzamiento de la democracia y la fraternidad entre todos los argentinos!
* Doctor en Economía (Universidad Nacional de Córdoba,1963). Dr. Honoris Causa (Universidad Nacional de Rosario, 2015).