La marcha de la recaudación acumula trece meses consecutivos detrás de la inflación. Los recursos tributarios alcanzaron en julio los 450.909 millones de pesos. La cifra representa un aumento del 53,4 por ciento frente al mismo mes del año pasado mientras que los precios registran, según las mediciones anticipadas por consultoras y universidades, un alza del 55 por ciento. Los datos presentados por el titular de la AFIP, Leonardo Cuccioli, evidencian el deterioro de los ingresos públicos en el contexto del ajuste recesivo, aunque el ritmo de la caída en términos reales se desaceleró frente a los valores observados a comienzos de año.

Los ingresos generados por el IVA, el gravamen que explica 4 de cada 10 pesos de la recaudación, aumentaron en julio un 43,3 por ciento, más de diez puntos por debajo de la dinámica de precios. El comportamiento se explica por el pobre desempeño del IVA Aduanero que marcó un alza de apenas 28,1 por ciento frente al impacto del salto devaluatorio y la caída de la demanda sobre las importaciones. El IVA Impositivo mostró, por su parte, un incremento del 52 por ciento. A pesar de la recomposición en la marcha del impuesto frente a los meses anteriores, los indicadores de consumo continúan en caída libre. Las últimas cifras publicadas por el Indec mostraron en mayo una caída de las ventas de los supermercados del 13,5 por ciento en cantidades mientras que la facturación en los principales shoppings del país retrocedió 18,7 por ciento expresada a valores constantes. Las caídas que se sostienen a pesar de las medidas desplegadas por el gobierno como Precios Esenciales o los Créditos Anses exceden a los productos de consumo masivo. Con menor rezago temporal, las mediciones del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala registraron una baja del 9 por ciento en junio en el consumo privado.

Aunque la marcha de los impuestos al consumo entusiasma a las autoridades de la AFIP, el capítulo de la recaudación vinculado al mercado de trabajo enciende señales de alarma. Los Aportes Personales registraron en julio un alza del 41,3 por ciento y las Contribuciones Patronales subieron 39,2 por ciento. En ambos casos la dinámica de los impuestos asociados al universo laboral se ubican 15 puntos porcentuales debajo de los aumentos de precios.

El magro desempeño de los gravámenes refleja la caída en el poder adquisitivo de los trabajadores, la destrucción de puestos de trabajo y el incremento en la precariedad laboral. La Secretaría de Trabajo informó que en mayo los salarios de los trabajadores del sector privado cayeron 8,1 por ciento frente al mismo mes del año pasado. Al deterioro en los ingresos se suma la pérdida de 217 mil empleos que tiene entre los sectores más castigados a la industria. También afecta de manera negativa a la recaudación del sistema de la seguridad social la reforma tributaria.

Aunque los cambios introducidos no lograron crear empleo ni reducir la informalidad, las empresas ahorraron, según estimó la AFIP, alrededor de 4000 millones de pesos en impuestos. Ese recorte afecta además al financiamiento del sistema previsional.

A contramano del desempeño registrado por los tributos vinculados al mercado de trabajo y el consumo, la recaudación del impuesto a las ganancias creció un 65,8 por ciento. La AFIP informó que el incremento fue motorizado en mayo por “el vencimiento de la presentación de declaración jurada de las personas humanas e Impuesto Cedular para la renta financiera y venta de inmuebles por el período fiscal 2018 y el ingreso del segundo anticipo de las sociedades con cierre en diciembre por el período fiscal 2019”. No obstante, la suba se vio atenuada por la disminución de la tasa del impuesto para las sociedades (del 35 al 30 por ciento) prevista en la Reforma Tributaria, que redujo los ingresos por anticipos. Por su parte, el alza en el impuesto a los Débitos y Créditos fue del 56 por ciento, con igual cantidad de días hábiles respecto del año anterior.

El principal impulso para la recaudación provino de los derechos de exportación que escalaron 298,7 por ciento. “El empuje del tipo de cambio y de los derechos de exportación adicionales”, indicó la AFIP para referirse al impacto de la megadevaluación y las modificaciones al esquema de retenciones implementada por el gobierno. Los productos que más aportaron fueron los pellets de soja junto con las grasas y aceites.