El secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, mantendrá este viernes reuniones con funcionarios del Gobierno y con el presidente Mauricio Macri. Buscará sumar el apoyo de la Argentina al guiño obtenido en Brasil para negociar una liberalización del comercio con la potencia de América del Norte. Así, Estados Unidos pretende avanzar en un camino que dé respuesta política a la firma inicial del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, con la idea de no perder presencia y de impedir que crezca la influencia europea y de China. Ross llega desde Brasil, en donde se reunió con el presidente Jair Bolsonaro y el ministro de Economía, Paulo Guedes, quien afirmó que “oficialmente estamos en negociaciones con Estados Unidos para un acuerdo de libre comercio”. Por ahora se trata de un guiño político sin implicancias en la política comercial.

Wilbur Ross se reunirá por la mañana con el ministro de Producción, Dante Sica. Luego asistirá a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina y luego visitará al presidente Macri. Uno de los temas bilaterales que estará en la mesa es la situación del biodiesel. El mes pasado, Estados Unidos determinó de forma preliminar la vuelta atrás con la fuerte suba de aranceles que había aplicado al biodiesel argentino. Sin embargo, la oficina de Ross dejó sin cambios el incremento de los derechos antidumping, lo cual sigue implicando que ese mercado está “totalmente cerrado” para la Argentina, asegura Carbio, la cámara que agrupa a los productores del biocombustible.

En materia política, el plato fuerte de la visita de Ross es el puntapié inicial para la instalación en la agenda política del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y los Estados Unidos, que vendría a ser la respuesta de este último al avance de las negociaciones con la Unión Europea. Ross viene de lograr ese compromiso de parte de la administración de Bolsonaro. “Durante décadas nos quedamos fuera de estos grandes anuncios comerciales que ocurrieron. Entonces cuando Brasil, la octava economía del mundo, anunció que quiere aumentar su grado de integración, lo que ocurre es que la pelota está rodando y entonces vinieron los americanos a recomenzar”, le dedicó a Ross el ministro de Hacienda de Brasil, Paulo Guedes. “Se trata de un mercado colosal, imagínense entrar en el Mercosur, EE.UU. y Europa con nuestra azúcar”, agregó la mano derecha de Bolsonaro.

El gobierno de Estados Unidos no quiere perder terreno con China pero tampoco con la Unión Europea. "Cuidado porque necesitan garantizar que no haya píldoras venenosas que nos impidan tener un gran acuerdo comercial con ustedes", advirtió Ross en Brasil.

“El interés de Estados Unidos en plantear el tema del acuerdo de libre comercio hay que leerlo en la lógica geopolítica global. Por su lado, Brasil busca dejar en claro que su acercamiento a Europa no implica una sombra sobre la alianza primordial de Bolsonaro, que es EE.UU y Donald Trump. En tanto, para Estados Unidos también hay mayor interés en términos de reacción estratégica frente a lo de la Unión Europea", explicó a este diario Julieta Zelicovich, doctora en Relaciones Internacionales de la Universidad de Rosario e investigadora del Conicet. 

Los gobiernos de Mauricio Macri y Jair Bolsonaro y sus contrapartes europeas y norteamericanas saben que la coyuntura política actual ofrece la oportunidad para que los países asuman compromisos de desregulación comercial que pueden ser determinantes para consolidar un perfil de especialización primaria para los países de la región. "De todos modos, vale recordar que la administración Trump no se posiciona actualmente favorable a la firma de acuerdos de libre comercio sino más bien lo contrario, plantea que hay que revisarlos. Por eso, no veo que este acuerdo vaya a prosperar en términos técnicos en el corto plazo. Tendría muchas dificultades en el Congreso norteamericano y también para el Mercosur sería un convenio mucho más arduo que el de la UE. Parece por ahora un baile de señales políticas", agregó Zelicovich.