En 2015, Federico Fernández, primer bailarín del Teatro Colón, decidió formar una compañía independiente con primeras figuras de los elencos de ballet más destacados del país. Lo movían las ganas de bailar más y de llevar la danza clásica al interior, donde sigue siendo una disciplina poco difundida. Intérpretes del Colón, del Teatro Argentino de La Plata y del Ballet Nacional Danza que dirige Iñaki Urlezaga, reunidos en el Buenos Aires Ballet, se presentaron desde entonces en varias provincias y el año pasado fueron las estrellas del Festival Internacional de La Habana. Este año recibieron una nueva invitación para actuar Cuba, tienen varias fechas previstas en ciudades argentinas y hoy a las 21 ofrecerán la primera función del año en la sala ND Teatro (Paraguay 918).
“Va a ser una gala con los pas de deux de las grandes obras clásicas del repertorio mundial. El público podrá ver en una misma noche a muchas primeras figuras en los dúos de El Corsario, Coppelia, Llamas de París, Cascanueces, Raymonda, Festival de Las Flores en Genzano, La esclava y el mercader, La muerte del cisne y Don Quijote. Vamos a hacer un recorrido por pas de deux muy distintos: románticos, principescos, campesinos y políticos, como Llamas de París, ambientado en la Revolución Francesa. Y también con técnicas diferentes”, comenta Fernández a PáginaI12. Lo acompañarán Ayelén Sánchez, Emanuel Abruzzo (Teatro Colón), Eliana Figueroa (Nacional Danza), Julieta Paul Kler, Marianela Bidondo, Miguel Ángel Klug, Romina Panelo, David Gómez, Melisa Heredia y Paulo Marcilio (Teatro Argentino de La Plata). A diferencia de un ballet completo con una única pareja protagónica, las galas ofrecen la posibilidad de disfrutar en una sola noche del virtuosismo de muchos primeros bailarines. “Para ver una obra entera hay que ir al Colón o al Argentino. Allí se aprecia una producción completa: no sólo los bailarines, también la escenografía, la puesta, el vestuario, las luces, la orquesta en vivo. En las galas, los escenarios suelen estar pelados porque se necesita todo el espacio para el despliegue de los pas de deux. Y sube a escena una pareja detrás de la otra; los espectadores no tienen respiro”, compara el artista, que integró el Ballet Sub 16 de Julio Bocca, el Ballet Argentino, el Ballet del Teatro Argentino de La Plata y, desde 2004, el Ballet Estable del Teatro Colón de Buenos Aires. “Vamos a contar con un vestuario a nuevo, especial para la función de apertura de temporada del ND Ateneo. Queremos brindar lo mejor”, agrega.
Buenos Aires Ballet se inspira, en buena medida, en la compañía que creó Bocca. “Nosotros no contamos con subvención estatal, sólo con el aporte de algunos privados, y somos un grupo mucho más chico que el de Julio. Pero la intención es la misma, llevar la danza de calidad al interior, acercarla a nuevos públicos y, para los bailarines, bailar más, tener más posibilidades de subirse a un escenario”, sostiene. Actualmente la integran veinte intérpretes, todos primeras figuras, que en cada función van rotando. “Este año vamos a sumar a dos bailarines del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. Queremos que los principales elencos oficiales estén representados en el grupo”, adelanta Fernández. Sobre el reciente nombramiento de Paloma Herrera como directora artística del Ballet del Colón, se muestra entusiasmado: “Tiene una carrera intachable. Nuestro pedido principal es bailar más. Se abre una nueva etapa y esperamos llegar a las 30 funciones anuales”.