La violencia machista no cesa en la provincia. El Registro Unico de Violencia contra las Mujeres (Ruvim) -junto al Instituto Provincial de Estadística y Censo (IPEC)- relevó más de 22 mil situaciones, en todo 2018. En total, se contabilizaron 12.595 víctimas, ya que algunas denunciaron más de una vez. Los datos del segundo y tercer cuatrimestre -en comparación con los de 2017-, indican que se duplicaron los casos registrados. Las denuncias y la atención médica son los dos indicadores que más evidencian los sucesos. El informe también indica que la mayoría de las víctimas tiene entre 20 y 39 años; que la violencia psicológica y física son las que más aparecen; y que la noche y la propia casa siguen siendo los contextos de más riesgo. El tercer cuatrimestre fue el más grave con 8117 casos.
Los datos que presentaron ayer Gabriela Sosa, titular de la Subsecretaría de Políticas de Género (dependiente del Ministerio de Desarrollo Social), y Jorge Moore, del IPEC, corresponden al año pasado.
El registro comenzó hace dos años y la comparación con los datos de 2017 da cuenta de que se duplicaron los casos en el registro: fueron alrededor de 8300, entre el segundo y tercer cuatrimestre de 2017; mientras que suman poco más de 15.200, en el mismo período de 2018. "Claramente se nota un aumento y la lectura que hacemos es que mejoró el registro con la capacitación de operadores de carga e incorporamos al Municipio de Rosario como uno de los que aporta datos, cosa que no teníamos en 2017", dijo Sosa. "También hay más mujeres que se acercan al Estado; y en 2018 creemos que lo hicieron motivadas por la fuerte instalación de la agenda feminista en lo social", agregó.
"El hecho de que las mujeres puedan mencionar y distinguir distintos
tipos de violencia, evidencia una mayor conciencia sobre el tema". Sosa.
"El hecho de que hoy las mujeres puedan mencionar y distinguir distintos tipos de violencia, evidencia una mayor concientización sobre el tema y que en la agenda pública haya mayor información, además del reconocimiento al derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencias", destacó, en la presentación. "Esta realidad se fue construyendo en virtud del diálogo entre el Estado, las asociaciones de mujeres y los medios de comunicación; y permitió incorporar temas y conceptos en el plano político y social, no solo a través de la difusión de las noticias policiales", señaló.
Uno de los primeros datos que arroja el informe tiene que ver con cómo se toma conocimiento de los casos. En este punto, la denuncia policial y los registros por atención médica aparecen entre los primeros indicadores (entre 33 y 32%); mientras que el asesoramiento y la orientación fue uno de los factores que mejoró el anoticiamiento, desde el primero al tercer cuatrimestre (creció del 9 al 32%). Las denuncias judiciales aparecen menos (1% en el primer cuatrimestre). "Esta variable ofrece algunos datos para visibilizar la ruta crítica de cada mujer en situación de violencia de género, quedando atrapada en los procesos de revictimización", expresa el informe sobre ese punto.
En tanto, el rango de los 20 a los 29 años aparece como el más atacado por la violencia machista, con un promedio de 26%; mientras que el de 30 a 39, afecta a un 24% de las víctimas. En las niñas, el porcentaje fue en aumento en cada cuatrimestre y llegó al 19%, en el último. "Se logra ver el alto porcentaje de violencia de género en la niñez y su impacto en la construcción de las subjetividades", reza el informe sobre un punto que preocupa. En adolescentes, fue un 14%; y en las mayores de 50 años, el promedio es de aproximadamente el 6%.
Al hablar de los vínculos del agresor con las víctimas, se advirtió que no solo aparecen parejas, exparejas o familiares sino también otro tipo de relaciones no familiares (aproximadamente un 35%).
Otro dato alarmante tiene que ver con la situación doméstica y el horario nocturno como el más frecuente, ya que tiene que aparece en el 20 a 25% de los sucesos.
El registro también busca relevar los espacios y ámbitos donde las mujeres son violentadas. En ese cuadro, se advierte que la violencia doméstica es la más habitual (entre el 39 y el 44%); mientras que la institucional apareció entre el 8 y el 12% de los casos. La violencia laboral se registró en un 1%.
Sobre el tipo de violencia, la psicológica quedó por encima de la física (35% aproximadamente) con un 49% promedio, en los casos registrados el año pasado. Las agresiones sexuales, en tanto, estuvieron en el 11 a 13% de las situaciones denunciadas. Los porcentajes más bajos se registraron en casos de violencia económica y simbólica. "Seguir deconstruyendo los caminos de la naturalización de la violencia da visibilidad a la cantidad de situaciones por las que los cuerpos de las mujeres son violentados en la vida cotidiana", expresa el informe.
El Ruvim se desarrolla a partir de la información de casos, que llega al Estado en cualquiera de sus vías. "Las grandes brechas de derechos y privilegios de los varones sobre las mujeres se deben hacer visibles. Este registro ofrece una herramienta para visibilizar y profundizar los debates y construcción de políticas públicas a partir de datos estadísticos oficiales", expresa la publicación.