(Desde Santa Fe)

El gobierno de Miguel Lifschitz admitió ayer ante el equipo de Omar Perotti que el déficit de la provincia en el primer semestre es de 10.500 millones de pesos. Es una situación "preocupante", "delicada" y "compleja", la definió el diputado Roberto Mirabella al salir del despacho del ministro de Gobierno, Pablo Farías y advirtió que si la tendencia no cambia, lo que parece improbable por la caída económica, el rojo de las cuentas públicas "puede ser el doble, 20.000 millones de pesos" a fin de año, cuando asuma el gobernador electo. El ministro de Economía Gonzalo Salglione ensayó una operación contable para reducir el impacto de esa cifra: descontó los aportes impagos de la Nación al déficit de la Caja de Jubilaciones y calculó que "el déficit a financiar era de 7.000 millones de pesos". "Los dos números son ciertos", sorprendió.

Farías y Saglione entregaron a los enviados de Perotti la respuesta al pedido de informes que éstos dejaron en la Casa Gris hace un mes, el 3 de julio, con 53 interrogantes. La reunión se extendió casi dos horas, con momentos tensos por los cruces entre Saglione y el ex ministro Rubén Michlig que asesora a Perotti, precisamente, por la escalada del déficit. Por el equipo del gobernador electo participaron también la diputada Silvina Frana, su colega Leandro Busatto y los senadores Alcides Calvo y Armando Traferri.

Saglione distinguió entre el "déficit contable" (los 10.500 millones)

y el "déficit a financiar" que según el ministro es de 7.000 millones.

Mirabella apuntó además que "el gobierno tiene algunas explicaciones para esto, como es la caída de la actividad económica que impacta sobre la recaudación impositiva" y enumeró algunos de los argumentos del equipo del gobernador.

Michlig planteó que "se debe tomar conciencia de la situación financiera de Santa Fe y de los municipios". Mientras que Saglione dijo que el déficit es "absolutamente sustentable desde lo fiscal y se explica por el incumplimiento del aporte nacional al déficit de la Caja de Jubilaciones de la provincia", se justificó.

La segunda ronda de la transición puso arriba de la mesa los números de la provincia que Lifschitz le dejará a Perotti. El gobierno admitió "por escrito que el déficit del primer semestre es de 10.500 millones de pesos. Vemos una situación que se agrava por 15 meses de caída de la actividad económica y eso repercute en los ingresos de la provincia", dijo Mirabella. Y cuando le preguntaron si tenía una proyección de esa tendencia a fin de año cuando Perotti llegue a la Casa Gris, contestó: "Estamos preocupados porque la situación es compleja. Creemos que en los próximos seis meses la tendencia no va a cambiar. Entonces, el déficit puede ser el doble o más". Si ocurre eso, rondará los 20.000 millones. "La responsabilidad de este déficit y del que habrá en diciembre es del gobierno de Lifschitz", insistió el legislador.

--¿Y cómo se financiará ese rojo? -preguntó Rosario/12.

--Más allá de las acreencias a cobrar que tiene la provincia, después hay que tener plata en la caja porque los sueldos públicos no se pagan con créditos. Es un tema a conversar -respondió Mirabella.

Después, Saglione se ocupó de distinguir entre el "déficit contable" (los 10.500 millones en seis meses  que reveló Mirabella) y el "déficit a financiar" que según el ministro es de "7.000 millones porque no ingresó el aporte de la Nación al déficit de la Caja de Jubilaciones. "Hay un déficit contable de 10.500 millones, pero no contempla como recursos los de 2018. El año pasado tuvimos un superávit de 2.000 millones y eso pasa a 2019 y se computa como gasto en este ejercicio y no como recurso. Y tampoco computa los recursos en materia de financiamiento externo de fondos internacionales como el Fondo de Kuwait, que ingresaron, pero que técnicamente no se registran como tal. Por eso, los dos números son ciertos. El déficit que nosotros miramos y que requiere financiamiento es el de 7.000 millones", explicó.

Para Michlig, "se debe tomar conciencia de la situación financiera

de Santa Fe y de los municipios". Para Saglione, es "sustentable".

Le preguntaron si tenía una estimación del rojo a fin de año y ahí esquivó la respuesta: "En este escenario de incertidumbre es difícil tener proyecciones serias", se atajó.

El ministro de Gobierno dijo que "la preocupación que tenemos en este tiempo por la crisis económica y la caída de los ingresos públicos es lógica. No es una novedad. Y tiene que ver con la crisis generalizada que golpea al país y Santa Fe no escapa a eso. Abordamos este tema de manera responsable" con el equipo de Perotti y "veremos la mejor forma de tratarlo en los próximos meses. El gobierno respondió el pedido de informes" del gobernador electo. "Quedan algunas cuestiones pendientes, que vamos a informar en los próximos días", concluyó.