"El Estado tiene la obligación de esclarecer los hechos y sancionar a los responsables", expresó la sede local de Amnistía Internacional. Difícil tarea la que propone la ONG en tanto el Estado, en manos de Cambiemos, sigue negando su responsabilidad e incluso volvió a lacerar las heridas de la familia, que el jueves encabezó un multitudinario acto en Plaza de Mayo para exigir la reapertura de la causa y el fin de la impunidad sobre su muerte, tras la represión de Gendarmería a la Lof mapuche de Cushamen. En declaraciones radiales la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que Maldonado se ahogó en el río Chubut para no entregarse a la justicia. La funcionaria fue más allá al expresar que la “realidad” del Gobierno venció al “relato” del hermano de Santiago y los organismos de derechos humanos. E incluso se permitió afirmar que “los informes sobre gatillo fácil son todos truchos”.
El jueves, en Plaza de Mayo, Sergio Maldonado había remarcado que "este Estado mata una persona cada 21 horas", haciendo suyo el informe anual de la Correpi (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional). Además, en estas horas surgió el testimonio de una de las mujeres mapuches que estuvo a metros de Santiago cuando fue rodeado por gendarmes en el río.
El comunicado de Amnistía
"A dos años de la desaparición de Santiago Maldonado y posterior hallazgo de su cuerpo sin vida, destacamos la responsabilidad del Estado de esclarecer las causas que llevaron a su muerte e investigar las presuntas responsabilidades de las autoridades. La decisión de la justicia argentina de cerrar la causa y con ello la investigación, contraviene los derechos a la verdad, la justicia y la reparación", dijo Amnistía Argentina en un comunicado. "Santiago Maldonado era un joven de 28 años que estuvo desaparecido desde el 1 de agosto de 2017, tras una violenta represión por parte de la Gendarmería Nacional en la comunidad mapuche Pu Lof, en el departamento de Cushamen, provincia de Chubut. Se encontraba en territorio de dicha comunidad mapuche desde el día anterior, acompañando sus reclamos. Su cuerpo fue encontrado el 17 de octubre en el Río Chubut, 400 metros río arriba de donde había sido visto por última vez", recordó sobre los hechos sucedidos hace dos años.
"El 29 de noviembre de 2018, el juez federal argentino (Gustavo Lleral) cerró y archivó la causa que investiga la muerte y desaparición de Santiago Maldonado. De acuerdo con la resolución, Santiago '[...] murió ahogado, sin que nadie pudiera advertirlo, sin que nadie pudiera socorrerlo'. Resulta inadmisible que para la justicia argentina nadie sea responsable por la muerte de Santiago Maldonado. Las autoridades judiciales deben asegurar una investigación exhaustiva, imparcial e independiente para determinar las causas y el contexto de su muerte", opinó el organismo de derechos humanos, en sintonía con el reclamo de la familia que fue rechazado por todas las instancias judiciales argentinas y ahora llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Muy lejos de estar cerrado el tema a nivel internacional, como declaró Darío Lopérfido. "Para Amnistía internacional, desvincular la muerte de Santiago Maldonado del operativo de fuerzas de seguridad en el cual se produjo puede dejar este caso en la impunidad y enviar una señal sumamente equívoca para los derechos humanos en la Argentina", concluyó.
El relato de la Ministra
En diálogo con Radio con Vos y fiel a su estilo, Bullrich volvió a redoblar la apuesta. “Lo que pasó no lo dijimos nosotros, si bien sostuvimos desde el primer día que Gendarmería no era responsable, que no era una desaparición forzada, que todo eso era un relato, que si estaba Santiago Maldonado en la zona algo había pasado que no tenía que ver con Gendarmería”. "Si estaba", dice la misma funcionaria que públicamente avaló todas las versiones que lo ubicaban en todo el país y hasta en Chile, menos en Cushamen . La ministra también defendió lo realizado por el juez Lleral, que “corroboró” lo que el Ministerio había siempre “sospechado”. Y hasta deslizó la idea de que sí podría haber un delito de “abandono de persona”, pero de quienes “estaban al lado de él”, en obvia referencia a los jóvenes mapuches que protestaban en la ruta con Santiago. Una vez más carga el gobierno la responsabilidad en las propias víctimas, los mapuches que escapaban de las balas de los gendarmes y la familia que buscaba a Santiago desaparecido.
“Acá se enfrentó el relato contra la realidad. Desde el primer día nuestro presidente siempre tuvo claro que nosotros teníamos que defender la realidad y no dejar que el relato entre. El hermano nunca se puso cerca nuestro para tratar de ver qué había pasado, para darnos información y datos, inmediatamente nos puso como enemigos”, afirmó Bullrich como si la Gendarmería a su mando no hubiera sido el factor central de que Santiago terminara muerto. “Lamentable y trágicamente Santiago Maldonado quedó en un río que no conocía y terminó ahogándose en ese río”, insistió, cargando toda la culpa en el joven fallecido. En medio de la entrevista habló de 58 días desaparecido cuando fueron 78, y nada dijo de que el propio Ministerio de Seguridad organizó una estrategia de control del accionar judicial, a través de su secretario Gonzalo Cané --imputado en la causa por espionaje a los Maldonado- -, que se sentó junto al juez Guido Otranto durante las horas clave de la instrucción en Esquel, digitando todo el proceso. Y volvió con su versión de lo sucedido: “La Gendarmería cumplió con la orden de un juez de despejar una ruta totalmente cortada por quince personas y por la que no se podía pasar. Si despejar una ruta significa que las personas salgan corriendo en vez de entregarse a la justicia, decir ‘nos vamos’ e intentar cruzar un río escapándose, no es responsabilidad de la Gendarmería que está tratando de hacer cumplir la ley”. La ruta estaba cortada pero por el operativo, la orden no abarcaba la Lof y cuando los gendarmes irrumpieron allí el corte mapuche había sido desarmado desde hacía horas. De nuevo, para el relato oficial Santiago cometió delitos y se suicidó en el río sin que nada tuvieran que ver los gendarmes armados con palos, piedras, escopetas y pistolas 9 milímetros al grito de "fuego libre" y "maten al negro".
Elizabeth Loncopan, sobreviviente
"Escuché una voz cansada que decía 'ya está, ya está", dijo una de las mujeres mapuches que estuvieron con Maldonado en la casilla de guardia el 1 de agosto de 2017, y que corrieron cuando los gendarmes comenzaron a disparar. En entrevista con Sebastián Premici, Loncopan explicó sus movimientos esa mañana, cerca de la orilla del río Chubut, cuando se cruzó con tres gendarmes que no la vieron. "Venían como buscando algo. Me cruzo a otro retrocediendo hacia la izquierda. Cuando veo que los de arriba de la fila, que eran dos, avanzaban hacia mí salí corriendo hacia el río que estaba a unos 30 metros más o menos. ‘Estos se van a venir todos’, pensé y corrí. Esquivo sauces, montes y antes de meterme al agua veo una especie de pozo, como una covacha, me meto ahí y me quedo quieta, casi sin respirar. Al ratito escucho pasos arriba mío, sacuden la hojarasca, se frenan y uno dice ‘¿dónde se metió ese hijo de puta? Seguro que agarró por acá’. Ahí otro responde que vino para este lado y que tiene una capucha azul". Del relato surge claramente que buscaban a Santiago, que estaba vestido de ese color, como declaró también Matías Santana
"Escuché muchas cosas en ese momento, pasos, ruidos, a un gendarme enfurecido con un tono norteño. Esa voz la recuerdo muy clara. Después, en el segundo grupo que avanza hacia donde estaba, uno grita: ¡Acá está! ¡Quedate quieto! ¡Gendarmería! Luego escucho una voz como cansada que responde: ‘¡Ya está, ya está!’. Eso fue tipo 11.45, tenía dos celulares encima y uno estaba prendido por eso sé la hora. Ese era el Brujo", recordó sin dudar en la nota publicada por Cadena del Sur. Loncopan estaba tan cerca del agua que podía tocarla. Estuvo escondida hasta las 13, hasta que cruzó el río. "Del otro lado me encontré con unx de mis compañerxs que me dice que la persona que buscaba estaba bien y que arriba en el cerro había un grupo y me los nombra. Jadeaba por el aire frío y la corrida. Le dije que habían detenido a uno; ¿quién falta?, pregunté. ‘El Brujo’, responde. Entonces lo agarraron a él, le digo".