“Dicen que Dios les otorgó a los alemanes tres dones: Ser honestos, ser inteligentes y ser nazis. Después se arrepintió y resolvió que dos eran suficientes. De modo que quienes son nazis y honestos, no son inteligentes; quienes son nazis e inteligentes, no son honestos. Pero quienes son honestos e inteligentes, no pueden ser nazis”
Atribuido a Albert Einstein
Queridos deudólares; Devaluades, marginadis y olvidadus de la patria grande; Descamisadas, despantalonades y despollerados; Excluidos, recluidos y forcluidos de la ciudadanía; Conejilles de Indias del experimento neoliberal; Perjudicatarios de la Asignación Universal de Deuda por Bisnieto; Invisibilizados, inauditos, disgustados, sintactados y desolfateados; Hombres y mujeres que quisieron habitar el suelo argentino invocando (o no) la protección de dios; Humildes autopercibidos o forzados a dicha condición:
¡Es hora de rebelarse, o, al menos, de revelarse!
Porque, argentinis: uno puede aceptar que el Sumo Maurífice y su mejor equipo contrario de los últimos 50 años convenza a los económicamente poderosos, esos que miden el deseo en millones de dólares y creen que el mejor cuadro es el más caro, a que los voten: al fin y al cabo, son ricos, y un gobierno que propone un cambio en su propia continuidad, no tiene que parecerles una contradicción sino una conveniencia.
Porque, argentinus: podemos entender que parte de la clase media, de esa que la está pasando muy mal, acepte seguir en esa condición siempre y cuando pueda ver, desde su ventana, a su vecino pasándola peor que él. Hay gente que ama el sonido de las persianas bajando, y el silencio de las máquinas fabriles que dejaron de trabajar. Podrán ahorrar unos pesos –que ya no tienen- en psicoanálisis, y dedicarse a gozar en plenitud de su masoquismo narciso. Tal vez hasta dibujen una sonrisa sardónica mientras se hunden, más rápido según explicó el Sumo Maurifice que haría, en el pantano de sus propias deudas.
Porque, argentinex: podemos entender, con un poco de piedad, que haya gente humilde que se fascine con que alguien les hable a ellos mismos como si fueran ricos empresarios satisfechos, meritócratas de la miseria; y a falta de Pan, Paz y Trabajo les prometa: “¡Pam, Pim y Pumba!” si se portan mal. Y si se portan bien, el sorteo de una Leliq entre todo el proletariado.
Sí, argentinus, nos puede doler, nos puede angustiar, deprimir, obsesionar, conflictuar, sorprender o estupefactar, que gente de la más diversa calaña, de los más difusos prontuarios, de los más oscuros orígenes crea que “el cambio es que sigan los mismos”. ”Este es el único camino posible, pero si nos votan les construimos otro a precio módico”, les mienten; “Con FMI se come, se educa y se cura”, les desprometen. Pero debemos aceptar que la diversidad de pensamiento incluye también la posibilidad de la ausencia del mismo.
Tenemos que entender que cuando Aníbal F, en un rapto de política, compara a Vidal con Barreda, y no está elevando a Barreda sino descendiendo a Vidal, no sea entendido.
Pero, y doscientas veces pero… ¿Una solicitada con ciento cincuenta intelectuales apoyando al Sumo Maurifice? ¡¡¡¡¡¿¿¿¿qué pasóoooooooo?????!!!! ¿cómo fue posibleeeee?
Los primeros que deberían haber protestado son los mismísimos seguidores de MM, que se toman el duro trabajo diario de construirle una imagen de hombre tosco, poco (más bien nada) comprometido con el quehacer cultural e intelectual, un toque machirulo (como cuando dijo que a toooodas las mujeres les gustan las groserías y que las toquen contra su voluntad). Trabajan para mostrarnos un hombre capaz de ver “en cada necesidad un negocio”. Alguien que seguramente hubiera reducido la escala musical a cuatro notas para ahorrar costos. ¡Con tanto apoyo intelectual, se les está derritiendo la imagen brutiforme, muchachi! Después de esa solicitada, si el Maurífice se animase a aparecer en un acto, le van a saltar encima los empresarios acreedores al grito de “¡dale, intelectual, pensá menos y garpá más!” “¡Dale Mauricio, paganos y seguí leyendo a Shakespeare, ya que tanto te gusta!”
¿No se dieron cuenta de que lo estaban condenando a una especie de bulliyng neoliberal?
Pero además, llevaría casi instantáneamente a un poderoso reclamo de la comunidad científica: “¡Hay que aumentar vigorosamente el presupuesto para la formación de intelectuales, para que nunca más vaya a pasar algo así!” “El mundo se ríe de nosotros luego de que 150 intelectuales argentinos digan apoyar a un hombre al que no se le entiende lo que dice, y cuyos aportes a la ciencia más reconocibles son “Lopezybaez” “pasaron cosas” y “esa te la debo”.
¡Millones de argentines se reunirán en la Plaza exigiendo que se dediquen muchos más intereses de las Leliqs a alimentar el cerebro de nuestros pobres intelectuales, para que dentro de un tiempo vuelvan a pensar con sus propias neuronas y no repitan sincronizadamente el discurso de los medios hegemónicos.
¡Eso en los intelectuales queda feo, es hora de que lo sepan!
Los argentinos no podemos permitir semejante agravio a nuestro patrimonio. OK, ya sabemos que invierten poquito en cultura, pero ¡que no se note tanto!
Es menester que el gobierno reaccione y cambie su política cultural para formar intelectuales capaces de criticarlo, como corresponde a un intelectual que se precie de tal. Pero como no creemos que tal cosa ocurra, lo invitamos a usted, querido deudor originario, a que entre todos, todas y todus lo cambiemos a él. Urna mediante
Hasta la que viene, que ya viene.
@humoristarudy