Matías Lammens y Gisella Marziotta están concentrados en sumar votos para el Frente de Todos en la Ciudad de Buenos Aires, pero siempre con un ojo en la elección nacional que va a definir si el gobierno que encabeza Mauricio Macri continúa o no cuatro años más en el poder. Ambos creen que la fórmula Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner va a imponerse, pero Lammens advierte que un nuevo triunfo de Macri causaría “un daño muy difícil de revertir para el país”.
--¿Cuál sería el efecto de un nuevo triunfo de Juntos para el Cambio a nivel nacional?
-(Lammens) Desde hace mucho tiempo se viene hablando de mi ingreso a la política, de los cargos que me ofrecieron en diferentes elecciones. Y lo que me terminó de decidir justamente es esto que preguntás vos: yo creo que cuatro años más de este gobierno nacional pueden causar un daño muy difícil de reparar en el país. El presidente pidió que cuando termine su mandato se lo juzgue por la pobreza y los indicadores son más que preocupantes. Ayer se conocieron las cifras: generó 3.600.000 pobres nuevos. La verdad es que el gobierno de Macri ha fracasado.
--(Marziotta) Yo no creo que eso vaya a pasar porque la gente la está pasando muy mal y se necesita un gobierno con sensibilidad y compromiso, pero si volviera a ganar Macri se profundizaría un modelo que generaría más endeudamiento, más desempleo, más pobreza, más indigencia. Si en cuatro años hicieron esto, no veo por qué harían algo distinto
--¿Qué es lo más grave que hizo Macri en su gestión como presidente?
--(Lammens) (Piensa unos segundos) No elegiría una medida porque creo que lo más grave es conceptual: para quién gobiernan. Cuando uno gobierna, al final del día es eso, los intereses que representa. Nosotros representamos los intereses del tipo y la mina que laburan, que se rompen el lomo, que se esfuerzan para progresar, del que se sacrifica y no los de las grandes corporaciones, los bancos, etcétera.
--(Marziotta) Coincido con Matías y aunque pienso y pienso, todo para mí es grave.
--En función de lo que prometió en campaña, Macri no debería ser votado por ningún trabajador. Pero hay gente que votó contra sus intereses ¿Cómo es intentar convencer a esas personas de que se equivocaron?
--(Lammens) El otro día salió una nota que planteaba que la estrategia de Marcos Peña es: “puteame, pero votame” y el “ojo con volver atrás”. Ellos son muy buenos para las elecciones, pero muy malos gobernando y para las campañas despliegan todas estas estrategias discursivas que intentan horadar en el inconsciente colectivo, pero creo que cada vez les funciona menos. Es la munición que tienen y cuando uno habla con algunos vecinos te dicen que están peor que antes, pero que no quieren volver al pasado por la corrupción y todo ese despliegue discursivo. Pero algunos ya no compran. Hay de todo y hay que trabajar fuertemente para convencer.
--¿Algún ejemplo concreto de un caso en el que ese discurso ya no funcione?
--(Lammens) Sí. Lo que tratamos de hacerle entender a la gente que está mal económicamente, pero compró el discurso de la corrupción del gobierno anterior es que la corrupción no tiene que ver con las identidades políticas, sino con las personas. No hay ningún dato duro que pueda defender la gestión de este gobierno, pero tienen mucho poder mediático. Casos de corrupción también hay en el gobierno actual y se tapan. Lo que las identidades políticas sí marcan es para quién se gobierna. Y soy optimista porque hay gente que está entendiendo. Anteayer tuve una reunión con empresarios Pymes que votaron a Macri incluso en el 2017 y ahora dicen: “hasta acá llegué”. Es con los que tenemos que hablar: porque la verdad es que todo ha empeorado. Recibieron un país que estaba desendeudado. Eso es innegable. Yo estoy convencido de que va a ganar Alberto, pero van a ser años muy difíciles para la Argentina. Esto sí es una pesada herencia.
--¿Y el pronóstico para las PASO a nivel nacional?
--(Lammens) Vamos a ganar en primera vuelta. Alberto va a ser el próximo presidente de los argentinos. No va a ser fácil, pero estamos todos del mismo lado para solucionar los problemas de los argentinos.
--(Marziotta) Pienso lo mismo. Y en la Ciudad, en segunda vuelta. Creo que nos vamos a llevar una gran sorpresa en las PASO, que la diferencia a favor nuestro es mucho mayor de la que reflejan las encuestas.
--Siguiendo con la línea de la política nacional y la etapa que viene, ambos están a favor de la despenalización del aborto. Y eso que Gisela viene de colegio de monjas…
--(Lammens) Sí. Estoy a favor. En el caso de Gisela es más interesante por lo que comentás del colegio de monjas (risas)
--(Marziotta) Para mí, la interrupción voluntaria del embarazo es una cuestión de salud pública y una cuestión de justicia social. Las que no nos morimos somos las que conseguimos mil dólares para pagar un aborto. Creo que se va a convertir en ley y el hecho de que el tema esté en el Congreso me parece un debate importantísimo. No me desmoraliza para nada el primer fracaso porque además nos permite hablar de otra cuestión muy importante que es la ley de educación sexual integral. De todos modos siempre me interesa aclarar que el aborto no se puede tomar como un método anticonceptivo porque a ninguna mujer le gusta abortar.
Termina la entrevista y ambos planifican la próxima actividad del día. Queda poco tiempo y mucho por hacer hasta el 11 de agosto, pero ambos sienten que vale la pena el esfuerzo. Tanto Lammens como Marziotta están acostumbrados a trabajar mucho, pero ninguno vivió de la política hasta ahora. Llegó el momento en el que sintieron la necesidad de aportar desde otro lugar.