“Los que nos habíamos distanciado nos volvimos a juntar porque es mucho más importante la Argentina que nuestras diferencias”, avisó Cristina Kirchner en la nueva presentación de su libro “Sinceramente”, en esta ocasión en el municipio de Malvinas Argentinas y con Sergio Massa sentado en la primera fila. “Ya nos dimos cuenta que cuando nos peleamos entre nosotros nos devoran los de afuera”, parafraseó al Martín Fierro en el cierre. Luego compartieron una breve aparición sobre un escenario para la gente que estaba afuera del estadio donde se mostraron sonrientes y compartiendo comentarios al oído, como en los viejos tiempos. La candidata a vicepresidenta del Frente de Todos comparó la gestión de Mauricio Macri con un tsunami y se lamentó: “Siento que tenemos que volver a discutir cosas que ya estaban resueltas”.
Ambos luego compartieron imágenes y frases en las redes sociales. “Hoy más que nunca tenemos que fortalecer el reencuentro con quienes, en el pasado, tuvimos diferencias. Argentina no puede seguir soportando, por cuatro años más, que nos devoren los de afuera”, acompañó Massa con palabras similares a la ex presidenta. El miércoles volverán a estar juntos, ya con el candidato presidencial Alberto Fernández y los gobernadores del PJ, en Rosario, en el cierre de campaña frente al Monumento a la Bandera.
Desde mayo pasado, cuando lo presentó en la Feria del Libro, Cristina Kirchner viene repitiendo estas apariciones junto al escritor y periodista Marcelo Figueras en distintos puntos del país, ahora ya en plan de campaña electoral. Pero la cita de ayer tenía el atractivo extra de ser su reconciliación pública con Massa. Ellos vienen conversando desde hace tiempo y ya mantienen un trato habitual, pero la expectativa era verlos juntos por primera vez desde 2013, cuando Massa lanzó el Frente Renovador en abierta confrontación con el kirchnerismo y ganó las elecciones a diputado en la provincia de Buenos Aires.
El marco daba cuenta de lo especial del evento: el estadio DirectTV Arena, a la vera de la Panamericana, en Tortuguitas, que lució colmado y con gente afuera que siguió las alternativas por las pantallas. Junto a Massa y su esposa Malena Galmarini estaban los candidatos de la provincia Axel Kicillof -también junto a su esposa Soledad- y Verónica Magario, y varios intendentes como el anfitrión Leo Nardini, Gabriel Katopodis, Gustavo Menéndez, Ariel Sujarchuk y Julio Zamora, y diputados y dirigentes como Fernando Espinoza, Leopoldo Moreau y Martín Sabbatella. Antes de que Cristina Kirchner apareciera sobre el escenario, a las 17.30, se distribuyó una primera imagen de los candidatos juntos, sentados sobre unos cómodos sillones en la antesala del estadio.
La previa fue festiva, con el público bailando los hits cumbieros que sonaban fuerte por los parlantes. El consabido “Vamos a volver” acompañó la aparición de la ex presidenta, sorprendida por la cantidad de gente, inusual para la presentación de un libro. Y si afuera era un día pintado, adentro era de noche y con las luces como en los recitales. “Hoy es un día ¿cómo?”, preguntó Figueras. “Peronista”, le respondieron desde la platea. El escritor hizo un racconto de las efemérides de la última semana -la desaparición de Santiago Maldonado, la explosión en la escuela de Moreno- y se detuvo en la idea de búsqueda de “felicidad” que Cristina Kirchner había expresado durante un acto con delegadas de la Asociación Bancaria. La ex presidenta recordó que Juan Domingo Perón ya hablaba de la felicidad del pueblo y destacó los spots lanzados por Kicillof el viernes y el sábado en los que muestra a su familia, su casa y habla sobre él. Dijo que le había gustado especialmente el final, cuando cuenta que había estudiado economía para comprender la realidad y que ahora hace política para transformarla.
Kicillof se llevó la medalla de los elogios. CFK recordó aquella llamada de su entonces ministro a las cuatro de la mañana para plantearle un problema en la negociación con el Club de París y el día que le trajo la propuesta del Ahora 12, que le hizo acordar a su infancia, de cuando todo se compraba en cuotas. “Hasta los libros”, mencionó. Dijo que esa sensibilidad la podía tener sólo alguien que venía del pueblo y no quienes nacen millonarios. “Capacidad y sensibilidad”, destacó las condiciones de Kicillof para gobernar la Provincia.
La gente aplaudió cada una de las afirmaciones de Cristina Kirchner. Con todo, la ex presidenta siempre trata de que sus apariciones sigan la línea de la presentación de un libro y no se conviertan en un tradicional acto político, atenta como está a atraer al electorado indeciso. Por eso hace señas para evitar los gritos y se enojó cuando hubo una silbatina para Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. “No sirve silbar, hay que pensar y hablar. Pensar, hablar y trabajar”, recetó.
Cristina y Figueras se divirtieron al hablar de las metáforas meteorológicas e hídricas utilizadas por el macrismo, especialmente la de la mitad del río que estaría atravesando. “Cuando Macri llegó al gobierno y Vidal a la gobernación, los argentinos y argentinas estaban en tierra firme. Los empresarios estaban en sus empresas, los chicos iban a la escuela a estudiar y no a comer, y recibían sus netbooks. Los científicos estaban en el Conicet y preparábamos el Arsat 3”, sostuvo, con lo que concluyó que de nuevo habrá que discutir cosas que “ya estaban resueltas". Al hablar sobre el feroz endeudamiento asumido por Macri, mencionó a Massa. “Ahí lo veo a Sergio que es nuestro primer candidato a legislador en la provincia de Buenos Aires”, destacó. Planteó como un tema que debería tratar el Congreso la posibilidad de que se ponga algún límite a que alguien, por ganar una elección, luego comprometa la situación de varias generaciones.
Esta vez Cristina Kirchner no comentó recientes frases de Vidal, para evitar el recorte y la malinterpretación. Ante la enumeración que le hizo Figueras, se limitó a responder que “el coacheo no le está dando resultado” pero que no quería comentar dichos sino las políticas. “No me imagino cuatro años más con estas políticas", dijo, y recordó que ya una vez habían desendeudado a la Argentina con aciertos y con errores. “Porque cometimos errores, pero nunca nos equivocamos en la defensa de los intereses de los argentinos, ahí siempre acertamos”.
Fue una hora de exposición y luego Cristina Kirchner junto a Axel, Magario, Massa y Nardini salieron a saludar a la gente afuera. Ya había bajado la temperatura y algunos emprendían la vuelta. La ex presidenta firmó libros y sólo tomó el micrófono para presentar a Kicillof, quien dio un breve discurso. Pero el dato que a nadie se le escapó fue la afinidad que mostraron Cristina Kirchner y Massa, comentándose cosas al oído. Luego fueron los tuits. “Los que por ahí privilegiamos nuestas discusiones, nuestras peleas, bueno, ya nos dimos cuenta”.