La Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana municipal concretó 320 intervenciones entre la noche del jueves pasado y ayer a la mañana, con personal municipal y policial involucrado, en las que se fiscalizaron la tenencia de documentación y elementos de seguridad reglamentarios y también se realizaron test de consumo de sustancias prohibidas en la conducción. Como consecuencia se remitieron 52 autos y motos, de los cuales 40 fueron por alcoholemia positiva. El índice de alcohol en sangre medido más elevado fue de 2.84 gramos, cuando el máximo permitido es de 0.50 gramos.

"El consumo de alcohol al volante es sumamente peligroso. Los controles nocturnos permiten detectar conductores que tras haber bebido salen a la calle con sus facultades de reacción disminuidas y que ponen en riesgo sus vidas y las de los demás", indicó Turrin.

El funcionario municipal subrayó que durante el fin de semana se registró "un caso gravísimo de un conductor que superó en más de dos gramos el límite permitido de ingesta alcohólica" y advirtió: "No vamos a tolerar este tipo de conducta irresponsable y arriesgada". Por eso, el municipio decidió tomar medidas. "Reforzamos nuestra presencia en la vía pública, atentos a evitar los costos más caros de la infracción".