Desde Lima
Nadia Podoroska se subió a lo más alto del podio en los Juegos Panamericanos Lima 2019 y entró en la historia del tenis argentino, puesto que se trata de la tercera ocasión en la que una mujer se queda con la medalla dorada en la categoría single, tras los éxitos de María Teran de Weiss en Buenos Aires 1951 y Florencia Labat en Mar del Plata 1995. Pero el triunfo -con una épica remontada incluida- ante la estadounidense Caroline Dolehide por 2-6, 6-3 y 7-6 (4), también sirvió para darle exposición a la compleja situación por la que atraviesa la rosarina en particular y el deporte en general.
"Ojalá ahora pueda conseguir sponsors. La verdad que estoy en una situación muy delicada: Me fui a vivir a España porque estando allá gasto menos y puedo viajar más fácil a los torneos", reveló Podoroska sobre las complicaciones económicas que tiene que superar para mantenerse en el nivel internacional. Y a pesar del viento a favor que también genera tener prácticamente su pasaje a Tokio 2020 asegurado, no pierde el foco: "Estaré un año sin volver a Argentina y es una cosa que muy pocas chicas pueden solventar. Es por esa dificultad que hay pocas chicas que puedan llegar a un gran nivel".
Prácticamente sin respuestas sobre el polvo de ladrillo del Club Lawn Tennis de Lima, la rosarina poco pudo hacer para impedir que la estadounidense se llevara el primer set por 6-2 en sólo 28 minutos. En el segundo levantó considerablemente su nivel y encontró la clave para volver a meterse en el partido. "Después del primer game que le quiebro, empecé a devolver mejor. Eso me dio mucha confianza para sentirme más cómoda", analizó Podoroska sobre el momento bisagra de la tarde.
La tercera manga inició de la peor manera para la argentina, puesto que dos quiebres de su rival la dejaron abajo en el marcador con un parcial de 0-4. Se acercó hasta el 3-5 y consiguió batir el servicio rival para mantener viva la esperanza del oro. Allí también fue cuando levantó un match point que decantó en el 5-5 del cierre. "Simplemente trataba de concentrarme en la estrategia de cómo ganar el punto y ver qué cosas le molestaban. Traté todo el tiempo de sacarme el resultado de la cabeza", detalló en zona mixta.
Todo fue cuesta arriba para Podoroska, puesto que en el tie break también inició 0-4 y corriendo desde atrás a su adversaria. El momento en el que logró ponerse 5-4 en el desempate fue prácticamente la primera vez en la que la atleta de 22 años estuvo arriba en el tanteador en la fría tarde peruana del domingo.
"Todavía no soy consciente de todo esto. Me alegra mucho que en la situación en la que estamos pueda lograr un oro. Ojalá pueda tener la repercusión y la difusión que se merece para que el tenis femenino en Argentina y en todo Sudamérica pueda crecer, porque es algo que se debe a la falta de apoyo. Es una cuestión económica. No es porque las mujeres seamos menos. Es falta de oportunidades que tenemos para desarrollarnos", sostuvo con absoluta claridad Podoroska, aún con restos de polvo de ladrillo en su espalda por los festejos.
"Me ilusiona muchísimo jugar un Juego Olímpico. Es el sueño para cualquier deportista", señaló la rosarina que deberá llegar a junio de 2020 dentro de las primeras 300 tenistas del ranking internacional para confirmar su asistencia a Tokio. "Debería superar mi actual posición con amplitud si mantengo el nivel. Ese no tendría que ser un problema", aseguró la actual campeona del tenis panamericano y número 287 del ranking WTA.