“Esto es increíble”, afirmaba en exclusiva para el NO el productor y DJ puertorriqueño Pedro Gerardo Torruelas, más conocido por su álter ego DJ Playero, un rato antes de subirse a El Punto, escenario curado por el trapero español Yung Beef para el Primavera Sound. Es que el boricua que resultó el arquitecto del reggaetón fue uno de los nombres que sorprendió en la grilla de la reciente edición del festival catalán. En un evento caracterizado históricamente por amplificar y arengar al indie, la introducción de la música urbana desató controversias y pasiones. “Me siento bien contento porque esto deja en evidencia que esta música se convirtió en un monstruo: es tan poderosa que entró y sigue penetrando en las escenas de la electrónica”, arriesgaba el DJ nacido en San Juan de Puerto Rico en 1964. “Estuve en Tomorrowland, en el Hard Summer de Los Angeles y hasta en Boiler Room , que no tienen nada que ver con el reggaetón. Se están abriendo oportunidades muy grandes, y públicos nuevos. Esto llegó tan lejos que estoy seguro de que va a acaparar el mundo entero, si no es que ya lo hizo.”

Considerando que el moombahton es una consecuencia del encuentro entre ambos estilos, ¿aún creés que la electrónica no tiene nada que ver con el reggaetón?

--No directamente, porque la música electrónica surge a partir de los inicios del house, un estilo que no tiene nada que ver con el reggaetón. Aunque cuando comencé con el undergound, como se conoció inicialmente ese estilo, fusioné sonidos del house y del freestyle en las bases. Lo que sucede actualmente es que las redes sociales educaron a mucha gente que desconocía esto.

Mientras que el arraigo original del reggaetón no cayó muy bien en la clase media latinoamericana, que lo boicoteó e incluso le decretó la extremaunción en numerosas ocasiones, ahora pareciera que el auge del trap latino, que se volvió una segunda oportunidad para muchos reggaetoneros, estableció su inmortalidad. “Si bien el trap es un concepto musical que no es de ahora, agarró otra vuelta al ser interpretado por cantantes boricuas de reggaetón. Una cosa vino agarradita de otra. Es una rama más del árbol, que se suma a las fusiones del reggaetón con la bachata, la salsa y el house. Y van a seguir saliendo ideas de estos muchachos, cuyo trabajo es fantástico.”

 

Para Torruelas, la mezcla ha estado desde el comienzo: “El raggamuffin y el dancehall jamaiquinos, al igual que el reggae panameño y el hip hop estadounidense, fueron mi influencia al momento de crear el underground en Puerto Rico. Así es como nacieron mis mixtapes Playero 33 a Playero 36. La aparición de otros productores, entre los que destaco a The Noise, DJ Nelson y DJ Eric Industry, permitió la evolución del género conocido luego con el nombre de reggaetón. Más tarde vino el cambio, y esta nueva era”

¿Te copa el trap latino?

--No sé si me siento identificado, pero me gusta que la música evolucione.

¿El reggaetón es para esta época lo que significó la salsa brava en los años ‘70?

--No. La salsa es la salsa. Vengo de la barriada Tras Talleres, de donde son originarios Andy Montañez y muchos otros salseros, y gracias a eso me convertí en percusionista. Ese conocimiento me ayudó a hacer lo que hice en los mixtapes con cantantes que hoy tienen un éxito fabuloso.

Uno de ellos fue Daddy Yankee, quien se dio a conocer en tu mixtape Playero 36 (1992). Sin embargo, mientras él se transformó en una estrella mundial, vos pasaste a ser un artista de culto. ¿Cómo es tu vínculo con “El Jefe” del movimiento?

--El tiempo de Dios es el tiempo de Dios. Hay veces en las que uno quiere hacer cosas que no se pueden, por la razón que sea. Pero cuando llega, llega. Estoy muy al tanto de lo que hacen los muchachos nuevos y algunos conocen mi trayectoria. Cuando coincidimos, me dan las gracias y hasta me expresan su respeto por lo que alguna vez comencé. Hasta Daddy se acuerda de eso. Esas son las cosas lindas que me pasan.

Hace unos años, Vico C le aseguró al NO que la etiqueta “reggaetón” la acuñó Don Chezina en su tema Reggaetón ton ton. ¿Qué hipótesis manejás vos?

--Ésa es una pregunta que no se va a poder contestar. Para mí, Daddy Yankee dice por primera vez la palabra “reggaetón” conmigo en Playero 36. Don Chezina hizo Reggaetón ton ton más adelante. Reggeatón, underground, perreo… a esto se le llamó de mil formas. Ahora es “música urbana”. De la misma forma que se moderniza la música, la lírica, los estilos de cantar y las vestimentas, evolucionan los nombres.

Y DJ Playero, ¿a qué suena en esta época?

--Escucho de todo, pero que no me caso con ningún estilo musical. Aunque uno no deja de aprender. Todas estas cosas me enriquecen y son herramientas que voy a utilizar en lo que está por venir. No hay nada más bonito que trabajar en equipos porque eso es lo que te hace un verdadero profesional.

 

A pesar de todas las adversidades que se viven en Puerto Rico, la vanguardia musical latina se cocina actualmente en esa nación caribeña. “No subestimo el talento de nadie”, advierte el padre del reggaetón, quien semanas después de esta entrevista y de su actuación en el Primavera Sound se sumó a las protestas, lideradas por Ricky Martin, Residente y Bad Bunny, que consiguieron la histórica dimisión del gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, luego del chatgate: se filtraron unos audios enviados entre miembros del gobierno, plagados de comentarios e insultos machistas y homofóbicos contra políticos, celebridades y periodistas. “Cuando comencé con esto en un departamento de Villa Kenedy –sector residencial proletario ubicado en el barrio de Santurce–, donde se inició el movimiento, se llenó de un montón de muchachos. Les di oportunidades a todos. El talento que hay en Puerto Rico es tan grande que ya perdí la cuenta de los demos que recibo a diario. La mayoría de ellos muy buenos. Y esto no va a parar.”