Eufórico, a los gritos y emocionado, Mauricio Macri cerró la campaña porteña de Juntos por el Cambio recordando sus épocas de jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El Presidente dio un exacerbado discurso en el microestadio de Ferro, donde por momentos se mostró al borde de las lágrimas. "¡NO SE INUNDA MAAAAS! NO SE INUNDA MAAAAS, ¡CARAJO!", se exaltó al recordar las obras realizadas debajo de la avenida Juan B. Justo, que a poco de comenzar su gestión había quedado anegada por una intensa lluvia. La tribuna le respondió con el trillado "sí se puede" y se puso de pié para cantar "borom bom bom, borom bom bom, para Mauricio, la reelección". Aquel coro tenía integrantes selectos como María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau y Marcos Peña, entre otros. 


"¿Quién vive en la zona de Juan B. Justo?", preguntó Macri a poco de comenzar su intervención como último orador de la jornada. Fiel al manual PRO de insertar alguna anécdota personal, relató cómo había vivido sus primeros días luego de ganar la jefatura de Gobierno. 

"Estaba muy contento... todavía no teníamos los globos (amarillos) pero estaba muy contento. ¿Y qué pasó la primer semana? La lluvia. Vinieron los botes a Juan B. Justo y me llevan a una conferencia de prensa. Los periodistas, implacables como tiene que ser, me dicen 'pero ¿qué va a pasar? ¿qué va a pasar con esto?'", contó Macri y desarrolló el ida y vuelta de aquella conferencia de prensa:

-"Bueno, estamos conteniendo. Hay una obra...", se defendió el líder del PRO.

-"Si bueno, pero la obra, y qué va a pasar?", insistían -según Macri- los periodistas.

-"La obra estamos proyectándola hace 40 años, 50 años que se espera, nunca se hizo porque está bajo tierra, a nadie le interesa..."

-"¿Pero el año que viene que va a pasar?"

-"¿Cómo qué va a pasar? El año que viene la obra apenas va a estar empezando. Apenas la vamos a estar adjudicando. Entonces dije: 'el año que viene, basta, el año que viene se va a volver a inundar... dentro de dos se va a volver a inundar... dentro de tres se va a volver a inundar y en el cuarto... ¡NO SE INUNDA MAAAAS! NO SE INUNDA MÁS, ¡CARAJO!'", gritó Macri mientras revoleaba el dedo índice de izquierda a derecha. "¡NO SE INUNDA MÁS!", insistió, ahora llevándose la mano en la cintura y mordiéndose los labios. 

La tribuna macrista comenzó a aplaudir y, de a poco, a ponerse de pie. El presidente se movía inquieto de un lado al otro del escenario 360º tratando de contener su gesto de emoción. "Sí se puede, sí se puede", coreaban.

"Uuuuuffff", resopló Macri. "Borom bom bom, borom bom bom, para Mauricio, la reelección", le gritaba la tribuna.

Una vez centrado, el Presidente pidió disculpas: "perdón por... sorry por el "carajo", me fui un poquito, me fui un poquito. Estoy compartiendo con ustedes cosas que siento y que hemos vivido".