Mujeres como objetos sexuales. Mujeres madres. Mujeres cuidadoras. Mujeres junto a varones proveedores. Mujeres como modelos de belleza.

Cuando miramos, nunca lo hacemos desde un lugar neutro. Miramos a través de imágenes e imaginarios. Hay nudos históricos que configuran las visibilidades y nuestras prácticas de ver. Hay poderes hegemónicos que buscan determinar qué vemos y qué no.

El Observatorio de la Violencia Contra las Mujeres realizó un estudio con el objetivo de conocer las representaciones que se realizan en torno a las maternidades en revistas semanales de mayor tirada en la Argentina. Según el estudio de un total de 124 portadas de revistas de espectáculos durante 2018, el 44% hace referencia a temas relacionados con la maternidad en las notas: “esto da cuenta de la estrecha vinculación que circula entre la maternidad y 'lo femenino', aun cuando las mujeres en tapa no se encuentran necesariamente en período gestante”. De esta manera se abona “la imagen de la mujer como incompleta hasta la asunción de un rol reproductivo”.

Paralelamente, en el contexto actual, también hay resistencias y visibilidades emergentes que hacen frente a los estereotipos que siguen etiquetando a las mujeres con representaciones que las asociación a roles, tareas y mandatos. La ola verde recorre el país como una bandera intergeneracional que visibiliza la necesidad de que el Estado garantice el derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos. Más de sesenta mil mujeres de todo el país se juntan anualmente para cuestionar la sociedad machista y patriarcal en la cual vivimos. Estas construcciones colectivas generan muchos saldos, entre ellos visibilizar las violencias simbólicas que fueron naturalizadas durante años. Con el grito colectivo de miles al “Ni una menos”, otras imágenes nacen para cuestionar los regímenes de visibilidad.

En ese marco donde se cuestionan mandatos culturales, los medios audiovisuales que ocupan posiciones dominantes se presentan como uno de los pilares de la defensa de un modelo cultural inequitativo: según el último Monitoreo de noticias de la Defensoría del Público sobre los noticieros de los canales de Televisión Abierta: en los tópicos “Deportes”, "Policiales e ´inseguridad´" y “Migrantes”, el porcentaje de las columnistas mujeres no alcanzan al 10%. En las noticias de “Política” y “Pueblos originarios” las mujeres no superan el 20%. En el único tópico en el que predominan las mujeres como columnistas es en espectáculos. Los varones se siguen imponiendo como voces autorizadas para analizar la mayoría de las problemáticas.

Asimismo, según la investigación “Organizaciones de medios y género”, realizada por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad y difundida por la Red PAR: mientras el 64% de las personas que estudian comunicación son mujeres, solo el 30 % de las personas que trabajan en empresas periodísticas son mujeres.

Las publicidades también tienden a mostrar un modelo estereotipado de mujer. La mujer indígena, trans o bien que no responde a los modelos de belleza hegemónicos tiende a ser invisibilizada. Pareciera que lo que se busca naturalizar es una mujer subordinada, como un objeto a disposición de un varón.

La investigadora y docente argentina Ana Abramowski nos propone preguntarnos por el poder que encarnan las imágenes, nos interpela a prestar “atención al poder y los efectos de las imágenes en los espectadores”. A través de ellas, sin advertirlo siquiera, nuestras miradas son educadas. La transformación de la sociedad también necesita desarmar imágenes y miradas.

* Licenciada en Comunicación Social (UNLP) y docente del ISFD Nº 13

** Licenciado en Comunicación Social (UNLZ) y docente de la UNRN