Federico Delgado, el fiscal que investiga a Mauricio Macri por los Panamá Papers, dijo que se debe determinar cuánto antes la responsabilidad del Presidente en el escándalo. Si bien aseguró que más allá de la complejidad propia de la causa no ha tenido obstáculos para avanzar en la investigación, Delgado se mostró molesto por las descalificaciones de parte de dirigentes del oficialismo.
El fiscal reivindicó su investigación, al señalar que “no se ha privado de garantías a nadie, se somete al presidente, como a sus antecesores en otras causas, ante jueces designados por ellos mismos, y es un indicador de buena salud que el proceso pueda avanzar”. Y que por el cargo que ostenta Macri se debe determinar cuanto antes su responsabilidad.
El fiscal investiga los activos del presidente y su familia en sociedades offshore y ha requerido información sobre las sociedades constituidas en el exterior. Al respecto, señaló que “la recolección de pruebas depende más de Estados que de jueces y fiscales. Hay países que proclaman su buena voluntad en colaborar, pero a la hora de los hechos colaboran muy poco”. Y aseguró que la información financiera requerida a países como Brasil, Italia y Gran Bretaña tarda en llegar.
En diálogo con Radio Con Vos, Delgado aseguró que la causa no está siendo entorpecida. “En líneas generales no ha habido problemas, más allá de alguna descalificación, como señalarme como miembro de Justicia Legítima, a la que no pertenezco. El juez Casanello ha actuado bien, y nos hacen sentir que nos están mirando. Sobre todo cuando lo hace gente del espacio político al que pertenece el investigado, pero no tuvimos inconvenientes”. Quien lo atribuyó ser integrante de Justicia Legítima fue el diputado macrista Pablo Tonelli, quien también integra el Consejo de la Magistratura.
Delgado agregó que “en rigor, Panamá aportó muy poco, porque funciona como una escribanía. Lo que precisamos es la información financiera sobre la constitución de las firmas. En el caso de Macri, hay una tensión, porque es el presidente de la Nación, y no se puede estar mucho tiempo con la incertidumbre sobre si es culpable o inocente, necesitamos certezas cuanto antes”.
Para el fiscal, la información es clave “porque el detalle del momento en que se hicieron las sociedades puede determinar si hubo un ilícito o no”. También se mostró crítico de las agencias antilavado, que acercan información a la Justicia pero imposibilitan su uso judicial, restringido al pedido de exhortos. “Es como que te muestren la comida y te digan que no podés comer”. Y calificó como “porosidad” que haya ex integrantes de bancos en la Unidas de Investigación Financiera. “No es lo mismo el Estado que el gobierno. Y además nos falta pluralidad, porque los libros que usan los jueces los han escrito los abogados de los lavadores”.
Delgado también opinó sobre el caso de Gustavo Arribas, el jefe de la AFI, quien recibió dinero de un financista condenado en la causa de corrupción Lava Jato, que investiga el pago de coimas de la constructora brasileña Odebrecht. “El disparador son los datos de Hugo Alconada Mon en La Nación. Me detengo en dos aspectos. Respecto de las cinco transferencias, ahí se tiene que chequear; si hay algo que no cierra, se verá qué figura del Código Penal se aplica. La otra es que hay una relación temporal entre el pago y el soterramiento del Sarmiento que obtuvo Odebrecht. Creo que hay que ir a Brasil y preguntarle al arrepentido”.
Finalmente, planteó lo díficil de investigar causas como Lava Jato o Panamá Papers “por la complejidad del secretismo financiero, que se perfecciona día a día. Las actividades comerciales van más rápido que las leyes, y cada vez hay mayor creatividad para este tipo de operaciones”.