Juan Antonio Pizzi cantó cartón lleno, pues este jueves completó las figuras que quería para cambiarle la cara a San Lorenzo con la llegada de los hermanos Angel y Oscar Romero. 

"Estamos muy contentos de estar acá, era lo que queríamos. Teníamos que hacer un esfuerzo tanto con San Lorenzo como con la otra parte para que esto se dé y lo hicimos", señaló Oscar, que viene de jugar en Shanghai Shenhua de China. El ex Racing manifestó momentos más tarde de arribar al país, en el aeropuerto de Ezeiza, que "estamos cumpliendo un sueño y esperemos estar a la altura de esta institución muy grande".

"Cada uno viene de diferentes situaciones. A mí me toca venir de China, donde el último partido fue hace como veinte días, pero me vengo entrenando y mi hermano también (Angel no renovó con el Corinthians, su último club)", expresó. Y agregó: "El cuerpo técnico va a evaluar cómo estamos,  nosotros venimos con muchas ganas de hacer bien las cosas. Para nosotros y para la familia es muy especial que juguemos juntos, están muy contentos".

Al ser consultados acerca del recibimiento en Ezeiza, donde varios hinchas se congregaron para darles la bienvenida, Oscar manifestó: "San Lorenzo es un equipo grande y estamos muy agradecidos a que haya venido tanta gente a recibirnos. Ahora a devolverles toda esa confianza dentro de la cancha". Los hermanos Romero llegaron en horas de la mañana de este jueves y en las próximas horas se realizarán la revisión médica y firmarán sus contratos.

Con el arribo de los hermanos Romero, San Lorenzo suma diez caras nuevas. Previamente llegaron al club: Nicolás Navarro (regresó antes del Querétaro), Santiago Vergini, Bruno Pittón, Mauro Pittón, Lucas Menossi, Juan Ramírez, Ezequiel Cerutti y Adam Bareiro.

Estas incorporaciones le dan al técnico Pizzi la posibilidad de ensayar muchas variantes, aunque también deberá apelar a su experiencia para manejar un vestuario con nombres importantes y a sus habilidades de motivador, ya que hay puestos donde tiene sobrepoblación de jugadores, sobre todo para un equipo que tiene por delante una sola competencia. En este semestre, San Lorenzo sólo jugará la Superliga, ya que fue eliminado en los octavos de final de la Copa Libertadores por Cerro Porteño, el primer golpe duro para el recientemente iniciado ciclo de Pizzi, en tanto que tampoco disputará la Copa Argentina, en la que cayó en la ronda de 32avos de final 2-0 ante Estudiantes de San Luis