Según una encuesta realizada por la Asociación Miradas, dos de cada tres usuarios rosarinos de cannabis medicinal empezaron a consumirlo en el último año. Además, el 75 por ciento de las personas consultadas reveló que su calidad de vida mejoró mucho desde que comenzaron a consumirlo. También es significativo que casi el 60 por ciento lo usa sin indicación ni seguimiento médico, mientras que el 48 por ciento respondió que accede al cannabis medicinal comprándolo. Al ser consultados sobre para qué enfermedades o patologías lo utilizan, el 21 por ciento dijo para dolor oncológico, 18 por ciento epilepsia, y un 15 por ciento para la artitris. "Es una información muy valiosa para nosotros, ya que es difícil acceder a datos concretos que permitan construir estadísticas y realizar diagnósticos sobre un tema que hace al derecho a la salud", señaló Fabián Peralta, referente de la Asociación.
La encuesta fue realizada a 150 usuarios de cannabis medicinal en Rosario, en el marco de una campaña de recolección de firmas realizada por Miradas para que Santa Fe pueda producirlo. El 35,53% de las personas consultadas dijo que lo consumían desde hace más de un año, el 30,26% desde hace seis meses, el 22,37% un año, y el 11,84% en el último mes. "Los números confirman algo que percibíamos. Esto es así por los evidentes resultados obtenidos y por una transmisión de experiencias positivas que llevan a la ciudadanía a experimentar con cannabis medicinal, dijo Peralta.
El 75% de los usuarios encuestados aseguró que el uso del cannabis medicinal mejoró "mucho" su salud y calidad vida. Un 23,68% dijo que mejoró "algo", y el 1,32% contestó "nada". "Es una explicación clara del por qué está aumentando el uso del cannabis medicinal", consideró el referente de la Asociación Miradas -Hacia una nueva política de drogas".
Consultados sobre si el tratamiento con cannabis medicinal era supervisado por un médico/a, el 59,21% respondió negativamente y el 40,79% afirmativamente. "El médico debe ser parte de un proyecto terapéutico compartido entre él y el paciente, acompañar, supervisar el uso del cannabis", señaló Jorgelina Borao, médica generalista y de familia, y especialista en tratamiento del dolor, que integra el equipo de Miradas.
"Necesitamos una ley nacional que atienda en toda su dimensión la temática, necesitamos una ley que no sea maquillaje". Fabián Peralta.
Para la especialista, "hasta la actualidad, el uso de cannabis es complementario de los tratamientos específicos para cada patología pero seguramente tenga mucho más para ofrecernos en los años que siguen".
El 48,66% dijo que accede al cannabis medicinal comprándolo, el 21,05% que se lo donan, el 17,11% autocultiva, el 9,21% se lo entrega la obra social, y solamente el 1,32% accede por vía de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (Anmat). "El problema es que no sabemos qué es lo que realmente consume, si se contaminó con algún pesticida o si contiene algún componente no apto para el consumo", explicó Borao.
El 21,05% de los usuarios consultados respondió que utiliza el cannabis medicinal para el dolor oncológico, un 18,42% por epilepsias, el 15,79% por artitris, el 6,8% por dolor no oncológico, el 3,95 por fibromalgia, y el 2,63% por esclerosis múltiple y por trastorno del espectro autista (autismo, síndrome de Asperger, TGD).
"Si leemos la ley Provincial 13.602 en su artículo 1º determina que se podrán tratar síndromes, trastornos, enfermedades poco frecuentes, patologías como epilepsias, cáncer, dolores crónicos, fibromialgia, glaucoma, esclerosis múltiple, tratamiento del dolor, estrés postraumático, y toda otra condición de salud, existente o futura. Esta amplia gama de patologías es la que queda reflejada en las respuestas", señaló Peralta.
El referente de Miradas planteó que las respuestas de los usuarios de cannabis medicinal en Rosario "dejan expuesta lo insuficiente que resulta la actual Ley Nacional 27.350 que sólo contempla una de estas patologías, y la necesidad de volver a discutir el tema en el parlamento nacional. Necesitamos una ley nacional que atienda en toda su dimensión la temática, necesitamos una ley que no sea maquillaje. En definitiva precisamos menos titulares y más políticas que defiendan a los y los usuario/as".