El 70 por ciento del aceite de cannabis testeado por la Facultad de Bioquímicas de la UNR tiene un bajo contenido de cannabinoides y no cumplen con su función terapéutica. En ese marco, el diputado provincial Joaquín Blanco (PS), uno de los autores de la Ley provincial de Cannabis Medicinal aprobada hace tres años, reiteró el pedido para producirlo públicamente a través del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF). "La esencia de la ley es la producción pública de estos medicamentos, y así poder cubrir la demanda a todos los pacientes, pero no nos autorizan la importación de cannabis, una posibilidad es desde Uruguay, para que nuestro laboratorio público pueda hacerlo", señaló Blanco. El gobierno provincial cubre actualmente la demanda de 45 pacientes de IAPOS, que importa el aceite desde Estados Unidos. "Si nos autorizan la producción propia, podemos ofrecer en todo el territorio un producto realizado por profesionales y con supervisión médica, y así los pacientes no tendrían que acceder a un aceite con bajo contenido de cannabinoides", dijo el legislador.

El creciente consumo de cannabis medicinal, reflejado en su edición del viernes por Rosario/12 --ver nota-- a partir de una encuesta realizada por la Asociación Miradas, y la falta de controles de los productos adquiridos por los usuarios, según los datos aportados por el laboratorio CG/EM (Cromatografía Gaseosa con Espectrometría de Masas) de la Facultad de Bioquímicas de la UNR siete de cada diez tienen un bajo contenido de cannabinoides (CBD y THC), llevó al diputado Blanco a retomar el pedido para avanzar con la producción pública.

Desde febrero, el laboratorio de la Facultad de Bioquímicas recibe en la sala 9 del Hospital Centenario, donde funciona el Sistema Integrado de Estudios Bioquímicos, las muestras de los aceites que consumen los usuarios para testearlos. Esta semana, los responsables del servicio alertaron sobre la escasa proporción de cannabinoides, indispensables para conseguir los efectos terapéuticos en los pacientes que lo utilizan. Incluso, explicaron los responsables del laboratorio, muchos más bajos de los que acercaban hace un par de años las organizaciones cannábicas rosarinas para analizarlos.

"Estamos muy preocupados porque esto crece a un ritmo vertiginoso y hay un vacío total por parte del Estado que mira para otro lado", señaló el diputado Blanco, para luego agregar: "Santa Fe está lista para producir un producto que cuente con la debida preparación y supervisión profesional, pero por demoras de Nación, no podemos ni importar la materia prima ni producirla en nuestro territorio".

"En el estado de situación actual, las personas deben pagar costos altísimos para adquirir el producto importado, recurrir a preparados en forma artesanal o que se compran en el mercado negro. Incluso, si hoy uno ingresa a Mercado Libre, puede comprar el aceite, pero el problema es que es imposible saber cuál es el contenido real de ese frasco", señaló Blanco. "Si ANMAT otorga la autorización al LIF para la producción del aceite, éste tipo de irregularidades se vería reducida", agregó. Además, el legislador consideró que la producción pública facilitará la generación de estadísticas y la investigación de los efectos del cannabis medicinal.

Para Blanco, el LIF es "una de las instituciones más importantes del país en materia de producción de medicamentos". En ese sentido, criticó al gobierno nacional. "Nos resulta discriminatorio que sigan demorando las gestiones, cuando, por ejemplo, se autorizó al Gobierno de Jujuy a cultivar cannabis junto a una empresa privada de Estados Unidos, convirtiéndose en el único centro de producción legal en el país", señaló el diputado.

"Debemos garantizar a las personas que necesitan el aceite de cannabis que consigan uno de calidad, acorde a los efectos terapéuticos deseados. En Santa Fe tenemos los profesionales, las herramientas y el marco legal para poder hacerlo pero Nación debe dejarnos", planteó el diputado.