El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, declaró este domingo durante alrededor de siete horas ante tres fiscales como testigo por el caso del polémico acuerdo secreto con Brasil para la compra de energía a la empresa hidroeléctrica binacional Itaipú, que estuvo a punto de costarle un juicio político.
El mandatario conservador fue interrogado en la residencia presidencial por los fiscales Marcelo Pecci, Susy Riquelme y Liliana Alcaraz, sin que trascendieran detalles de su declaración, informaron la agencia noticiosa estatal IP y los diarios ABC Color y Última Hora.
"Es una causa extensa, compleja, técnica, de mucha especificidad, que tiene connotaciones de transnacionalidad, donde seguramente habrá que hacer algún tipo de pericia", advirtió el fiscal Pecci. Todavía es prematuro saber si hubo "punibilidad" en la conducta del presidente, agregó.
Al llegar a la residencia presidencial, Pecci había dicho que se trataría de una declaración “testimonial” para la que no existía un cuestionario predeterminado y explicó que interrogarían a Abdo Benítez en su domicilio porque rige “una excepción” legal “al deber de concurrir (a la fiscalía) en razón de la investidura de altas autoridades, entre ellas el presidente de la república”.
En cambio, Alcaraz sostuvo que sería una “entrevista” con el propósito de “obtener información”, porque “en esta etapa el Ministerio Público no tiene ningún tipo de formalidad, como sí lo tiene un juicio oral, en el que sí se recogen pruebas”.
Pecci agregó que “en las próxima horas” fijarían la fecha para tomarle una declaración similar al vicepresidente Hugo Velázquez, también implicado en el caso.
Paraguay y Brasil suscribieron el 24 de mayo un acta -que se mantuvo en secreto hasta fines de julio- que establecía un cronograma de compra de energía a Itaipú hasta 2022, un año antes de que ambas partes debieran renegociar algunos aspectos del tratado constitutivo de la represa binacional.
La oposición criticó ese acuerdo por considerar que significaba una entrega de soberanía energética a Brasil e impulsó un juicio político a Abdo Benítez, a quien acusó de “vendepatria”. En ese contexto, el mandatario anunció que daba marcha atrás con el pacto. Una decisión que contó con el respaldo de su socio Jair Bolsonaro.