En una nueva manifestación de nacionalismo extremo, funcionarios polacos y veteranos de la Segunda Guerra Mundial rindieron tributo a una brigada clandestina que se alió con los nazis durante el conflicto armado. La ceremonia fue interpretada como un gesto de unidad, de cara a los comicios legislativos de octubre.
La misa celebrada el domingo en Varsovia inició las actividades programadas, que buscaban honrar a la Brigada de las Montañas de la Sagrada Cruz de las Fuerzas Nacionales Armadas, en el 75º aniversario de su formación. La brigada apoyó a las fuerzas hitlerianas hacia el final del conflicto armado, en su batalla contra los comunistas.
Con la presencia del presidente de ultraderecha Andrzej Duda, y autoridades gobernantes del partido Ley y Justicia (PiS), la ceremonia fue un claro intento de promover la rehabilitación de la unidad en el país.
Las celebraciones fueron fuertemente criticadas por los hijos de los combatientes de la resistencia polaca. Algunos de ellos se reunieron para escribir una carta dirigida al presidente Duda: "Nuestros padres lucharon contra el nazismo porque entendían que era su deber con la nación. Cualquier cooperación con los ocupantes era inimaginable para ellos", sostuvieron.
El principal rabino de Polonia, Michael Schudrich, por su parte, rechazó la invitación para participar de las ceremonias, y calificó a la misma de “insulto personal”.
"Recristianizar Europa"
El nacionalismo de la extrema derecha gobernante es uno de los pilares del gobierno polaco. El primer ministro Mateusz Morawiecki declaró al asumir su cargo en diciembre de 2017 que pretendía “recristianizar Europa”. El mismo mandatario asistió poco tiempo después a una marcha ultranacionalista donde, por ejemplo, se exhibieron pancartas que decían “Polonia Blanca”, y desfilaron miles de neonazis con uniformes y elementos que evocaban a los alemanes que desfilaron por esas mismas calles en 1939.
Poco tiempo después, una televisión privada emitía las imágenes de un numeroso grupo de "fanáticos" de Hitler que celebraban en un bosque cercano a la ciudad de Sosnowiec el cumpleaños del líder del Tercer Reich. Uno de esos asistentes resultó ser el secretario personal del parlamentario Robert Winnicki. La cadena televisiva que emitió el reportaje fue sancionada por el gobierno con la multa más alta en la historia de la democracia polaca, por “incitación al odio”.
Polonia continúa, además, poniendo en práctica su doctrina aislacionista. Pese a las críticas provenientes de distintos países, el Senado aprobó en febrero de 2018 una polémica ley que revisa el Holocausto (que la opinión pública bautizó "Ley Holocausto").
La norma, propuesta por el gobernante partido Ley y Justicia (PiS), castiga con hasta tres años de cárcel al uso de la expresión “campos de concentración polacos” para aquellos que se refieran de esa forma a los centros de exterminio de judíos situados en el territorio del país bajo la ocupación nazi.
El PiS, que desde que ganó las elecciones en diciembre de 2015 modificó la Carta Magna para tener más control del Tribunal Constitucional, los medios de comunicación pública y el sistema de justicia, defendió el proyecto sobre el Holocausto argumentando que es "necesario" para proteger la reputación de Polonia.
Elecciones en octubre
Los ultraconservadores del PiS continúan avanzando en Europa, al imponerse en los comicios del Parlamento europeo, en mayo pasado, con el 45 por ciento de los votos, un resultado que superó incluso a los pronósticos más optimistas. Tras una campaña marcada por los temas nacionales y agitada por los escándalos de pedofilia en la Iglesia católica, los comicios fueron significativos para el país porque constituyeron un termómetro ante las legislativas del 13 de octubre próximo, en las que el partido gobernante busca revalidar su mayoría absoluta.
Con las ceremonias del fin de semana, el gobierno polaco reivindicó la unidad partidista que luchó contra los soviéticos. De esa forma, busca apelar especialmente a los votantes de derecha, de cara a la votación parlamentaria que se celebrará durante el otoño europeo.