El panorama es oscuro. El Banco Central subió la tasa al 74 por ciento pero fue insignificante la renovación de las Leliq. El dólar trepó a 60 pesos en cuestión de minutos y la entidad monetaria vendió reservas. ¿Qué debería hacer el Gobierno para resolver esta situación? ¿Tiene las herramientas para hacerlo? Economistas consultados por PáginaI12 toman dos posturas distintas. Algunos consideran que las municiones del Banco Central son ineficientes, dado que lo que perturba a los mercados es la incertidumbre de cómo será el gobierno de Alberto Fernández en materia económica. Mientras que para otros, la jornada financiera fue una “crónica de una muerte anunciada” por la deuda impagable del Banco Central.
Federico Furiase, director de la consultora Eco Go, opinó que la mayor incertidumbre del mercado pasa por cuál será el plan económico de Alberto Fernández. “Eso es lo que va a estabilizar al mercado”, opinó el economista. Además, dijo que el Gobierno cuenta con herramientas para contener la corrida, como vender reservas del Banco Central, pero tiene que usarlas cuando haya certidumbre de cuál va a ser el programa económico. “Dilapidar las reservas del Banco Central sin una señal política me parece arriesgado y puede disparar la inflación”, agregó.
En la misma línea opinó Iván Carrino, economista de ICYAsociados. Para el analista, la corrida se debe al contundente resultado electoral, en el que no se prevén cambios de cara a las elecciones generales de octubre. “Ganó la opción que a los mercados no les gusta, porque le tienen miedo al cepo, a que no se le pague al FMI y que se abandone la dureza monetaria”, opinó. Además, dijo que el Gobierno cuenta con la tasa de interés como herramienta y la venta de reservas. “Pero mucho más no puede hacer, cambiar a un ministro no tiene efecto si en tres meses van a dejar la Casa Rosada”, resaltó. Para Carrino, una señal para llevar tranquilidad podría ser una reunión entre Mauricio Macri y Alberto Fernández en el que se delinee una estrategia de política económica “que se respete y no tenga cambios bruscos”.
Muy distinta fue la explicación económica de Carlos Rodríguez, viceministro de Roque Fernández durante el segundo mandato de Carlos Menem. “Esta crisis financiera estaba predicha desde que existen los pasivos remunerados del Banco Central. Tenía que ocurrir, el asunto era cuándo y a quién le iba a tocar. Las Lebac, en lugar de estar invertidas en producción están esterilizadas por el Banco Central. Se trató de una crónica de una muerte anunciada”, aseguró el doctor en economía de la Universidad de Chicago. ¿Por qué entonces pasó hoy? Por un lado, por la sorpresa que generó la abultada diferencia entre los candidatos. “Sorpresa producto del engaño de encuestas falsas”, dijo. Pero además, agregó: “Hay una base monetaria que fue esterilizada pagando tasas de interés altísimas. Los tenedores de las obligaciones dicen se acabó la fiesta, me voy. Lo más grave no es el dólar a 60, es la no renovación de Leliq que es la contrapartida a que los bancos esperan que no les renueven los plazos fijos. La gente va a querer sus pesos. Los mercados le tienen miedo al kirchnerismo y la gente, al macrismo ”.
Para Rodríguez, cuando se desata una crisis, no se puede frenar con los instrumentos tradicionales, como la suba de la tasa de interés. Pero hay dos posibles soluciones: “Pueden dejar que suba el dólar y ahí se licúe todo, como pasó con las Lebac. Pero con el dólar a 60, la inflación es explosiva. La otra es una licuación selectiva, ósea una reestructuración, como un plan Bonex, pero Macri no va a tener el coraje de hacerlo. Va a preferir que todo explote y echarle la culpa a la irracionalidad kirchnerista”.
A diferencia de otros analistas, para Carlos Rodríguez la responsabilidad no recae en el kirchnerismo, aunque considera que su gestión no fue “una maravilla”. “Pero la del macrismo salió peor todavía”, enfatizó. “Acá hay un gobierno que creó una situación explosiva, despreció a la oposición y tiene que enfrentar la culpa”. Aún así, considera que genera incertidumbre no saber quién formará parte del equipo económico de Alberto Fernández, ya que considera que lo acompañan cuadros muy distintos, desde Guillermo Nielsen hasta Agustín D´Attellis.