El ex primer ministro italiano, Matteo Renzi, renunció "por el bien del partido" a su cargo como secretario general del Partido Demócrata (PD), en medio de las críticas de una minoría que amenaza con separarse y formar una nueva fuerza. A pesar de comunicar su decisión durante una asamblea clave, Renzi dejó la puerta abierta a una nueva candidatura para que sean los militantes los que decidan quién ocupará el cargo.

El anuncio lo hizo el actual presidente del PD, Matteo Orsini, y acto seguido fue Renzi quien defendió durante su intervención la decisión de organizar un congreso inmediato con el desafío de "recuperar el consenso" de los electores y "discutir sobre los contenidos y no sobre las facciones".

"Peor que una escisión es el chantaje. No pueden pedirle a quien renuncia para hacer el congreso que no se candidatee para evitar la escisión, no es una regla democrática", criticó.

El ala disidente se opone a un adelantamiento del Congreso previsto originalmente para diciembre y amenaza con romper el partido si el renzismo avanza con su idea de adelantarlo. Durante la asamblea, Renzi señaló que el PD se centró en sus propios problemas "en vez de pensar en el futuro del país" y reconoció que hablar de escisión le provoca sufrimiento. 

Según los estatutos del PD, la resolución podría tomarse este mismo miércoles en la asamblea con el voto de 1.500 delegados o, lo que los analistas consideran más probable, en un congreso anticipado, que se celebrará en menos de cuatro meses.