Las escuelas públicas de la provincia de Formosa abren sus puertas a una agrupación católica a las monjas de la Asociación “Armada Blanca” para que enseñen a chicas y chicos a rezar el rosario. Las "enseñanzas" se implementan en horario de clases, que son interrumpidas para ello intempestivamente, sin previo aviso y sin que madres y padres hayan otorgado autorización explícita para ella.
El rezo se produce, en cambio, con autorización del obispo de la provincia, Vicente Conejero, quien firmó las notas que las monjas presentaron a las escuelas públicas para reclamar que se les permita "enseñar" a alumnas y alumnos de primaria la historia de la Virgen de Fátima y cómo rezar el rosario. Algunos padres presentaron quejas ante las autoridades escolares.
En Formosa, la educación pública dejó de incluir la enseñanza religiosa obligatoria en la currícula en 1984.
"Dijeron que venía una visita especial"
“La directora (Ana María Maxit) dijo que venía una visita especial”, contó a Página|12 Belén Colman, psicopedagoga de la escuela N°66 José Manuel Estrada de la ciudad de Formosa. “Entró a presentarse una hermana, que no recuerdo el nombre, y al lado de ella tenía la imagen de la Virgen de Fátima. La hermanita entró a explicar que estaban recorriendo algunas escuelas a las que tenían acceso y le agradeció a la directora por dejarla entrar”, afirmó.
Según el relato de Colman, la semana pasada, luego de izar la bandera, la directora de la escuela N°66 anunció que a las 8 de la mañana todos los alumnos debían salir a recibir a la “visita especial”: una monja de “Armada Blanca” y otras mujeres que la acompañaban. Durante la charla, que duró cerca de una hora, la monja “empezó a contar la historia de la Virgen (de Fátima)” y luego enseñó a los chicos cómo rezar el rosario.
Alrededor de los alumnos, contó la psicopedagoga, estaban paradas las otras mujeres que dieron a las maestras rosarios y trípticos con oraciones para que repartieran entre los niños. “Empecé a repartir los rosarios y, como sé que algunos chicos son mormones y evangélicos, les preguntaba si querían el rosario y ellos me contestaron que no. Me decían que no querían estar ahí”, aseguró Colman.
El "permiso" del obispo
Las mujeres que asistieron a la escuela tenían una autorización firmada por Conejero en el que permite “a la Asociación laical 'Armada Blanca' (Armata Bianca), en coordinación con los respectivos párrocos, evangelizar a niños y jóvenes en el territorio de la Diócesis de Formosa”. Además, el obispo agradece a la agrupación por su “servicio evangelizador”.
La canciller del obispado, María Mercedes Carbajal Zapiola, dijo a Página|12 que la autorización fue otorgada por Conejero a “dos laicas que han venido de una organización italiana” para que “vayan a hablar con los párrocos”, no a las escuelas. “Ya no saben qué hacerle a la iglesia católica para perjudicarla”, se quejó Carbajal Zapiola. Sin embargo, Colman aseguró que la mujer que brindó la charla llevaba el hábito.
Por su parte, el Ministerio de Cultura y Educación de Formosa, a cargo de Alberto Marcelo Zorrilla, fue consultado por este medio, pero los voceros declinaron hacer declaraciones.
Evangelización de prepo
Algunos alumnos quisieron irse de la charla, pero, señaló la psicopedagoga, “la hermanita les decía ‘no, sentate’, que Dios los estaba mirando y que se ponía triste si ellos se paraban”. “Les decía que tenían que rezar todos los días para que Dios pudiera sentirse feliz - afirmó -. Les dijo que tenían que juntar las manos y arrodillarse a rezar”.
La monja, aseguró Colman, comenzó a enseñar cómo rezar el rosario. “Rezaron un misterio, no me acuerdo cuál correspondía a ese día, el ave María, un padre nuestro, un Gloria”, enumeró Colman. La integrante de Armada Blanca “iba enseñando cómo se tenía que rezar e ir pasando las cuentas del rosario”.
A la Virgen no le gustan los dibujitos
Una vez que terminó la charla, los niños volvieron a las aulas y las clases continuaron normalmente. “Cuando fui a buscar a mi hijo me contó que había ido una señora que les hizo levantar la mano y prometer que no iban a mirar dibujitos por una semana para que la Virgen esté contenta”, dijo a este medio Belén Gautero, madre de un alumno de primer grado de la escuela N°66.
Según Gautero, desde la institución no enviaron una nota ni pidieron autorización a los tutores de los alumnos para que participen de la charla. “Recién a la noche cuando abro la mochila para ver el cuaderno encuentro el tríptico de oraciones y el rosario”, relató. Además de las oraciones, el tríptico alienta a los niños a formar “nidos de oración”: “grupos de niños que se reúnen para rezar el Rosario”, indica el folleto.
“Esto también pasó en otras escuelas públicas”, aseguró Gautero. Ella alertó al grupo de padres de compañeros de su hijo, pero algunos respondieron que “les parecía perfecto que evangelizaran a los chicos”. Gautero decidió ir a hablar con la directora de la escuela, Ana María Maxit.
“La directora me dijo que la charla era optativa, que una docente y dos chicos habían elegido no participar - contó-. Yo le dije que niños de 6 años como mi hijo no pueden contradecir a la seño”.
La madre también cuestionó que se dicte una charla con contenido religioso en una escuela pública y laica durante el horario de clases. “Me respondió que ella entendía que al ser laica no cierra las puertas de la escuela a ninguna religión”, afirmó.
La directora Maxit, afirmó Gautero, dijo que autoridades de otras escuelas públicas de la ciudad habían recomendado las charlas porque “es muy lindo el sermón”. También le mostró la autorización firmada por Conejero, quien llamó a sus feligreses a votar candidatos antiderechos en las elecciones primarias.
“No pueden obligar a los niños a recibir educación religiosa en una escuela pública sin pedir autorización y sin aviso - afirmó Gautero -. Mi hijo me dijo que quiere ir al paraíso porque ahí se juega todo el día. Cuando le pregunté si eso se lo había dicho la señora me contestó que sí. Los manipulan hablándoles de lo que está bien o desde la culpa porque, si se portan mal (las monjas les dicen) que van al infierno y que si se portan bien van al cielo”.
Informe: Ludmila Ferrer.