Insuficientes para recuperar la pérdida acumulada en la capacidad de compra de asalariados, trabajadores precarizados y jóvenes. Cuatro expertos consultados por PáginaI12 cuestionaron así el alcance del paquete de medidas vinculadas a los ingresos para impulsar el mercado interno. Los investigadores Florencia Medici (UNM), Diego Schlesser (Cetyd), Lucía Cirmi Obón (CIEPP) y Diego Born (UBA) advirtieron sobre las consecuencias sociales y políticas de la aceleración inflacionaria que acompañará el salto cambiario. Los anuncios no lograrán compensar el deterioro en los ingresos reales. Schlesser estimó que el incremento en el salario neto promedio entre agosto y diciembre alcanzará al 3 por ciento mientras que la inflación promedio esperada para ese período será del 10 por ciento.
“Son medidas claramente insuficientes para aliviar la situación social y económica de la mayoría de la población, inefectivas para revertir la recesión macroeconómica, e incluso efímeras dado que significan transferencias de dinero sin alterar la dinámica del deterioro de calidad de vida de las mayorías de la población ni el empeoramiento de la distribución del ingreso resultado de la devaluación y la subsiguiente suba de precios”, indicó Medici al remarcar que las medidas dispuestas no contemplaron a los derechos de exportación de los productos agropecuarios que encabezan la lista de beneficiarios de la devaluación.
“Llegan tarde y, si bien son necesarias, no constituyen impulso al mercado interno. Los anuncios son un paliativo para contener el impacto de una crisis que se profundiza sobre algunos sectores. Es evidente que para el Gobierno éstas son políticas de última instancia mientras que para otros proyectos políticos son un elemento central para reactivar la economía”, expresó la economista feminista Lucía Cirmi Obón. La investigadora que se desempeñó como coordinadora del Progresar sostiene que “los montos anunciados no alcanzan para recuperar la pérdida de poder adquisitivo acumulada ni el impacto que llegará en los próximos meses con traspaso de la devaluación a los precios internos. Es importante remarcar que las medidas tendrán un impacto limitado ya que la población del programa fue recortada. A lo largo de los últimos tres años se redujo de 1 millón a 506 mil jóvenes el alcance del Progresar”.
“Las políticas destinadas a los trabajadores estatales, monotributistas, desocupados, precarizados son de carácter transitorio mientras que las medidas dirigidas a los sectores de ingresos más altos, los cambios en el impuesto a las Ganancias, son permanentes”, advirtió Schlesser. La aceleración inflacionaria impactará de frente sobre el nivel de pobreza que, según estimó Born, alcanzó al 35 por ciento al finalizar el primer semestre de 2019. “Con niveles de inflación superarán el 50 por ciento en el año es muy improbable que la pobreza sea inferior al 40 por ciento”, indicó el sociólogo que también cuestionó el impacto limitado de las medidas anunciadas por el gobierno. Born advierte que sus proyecciones están supeditadas a que el dólar no se dispare por encima de los 65 pesos.
Ante la consulta de este diario Medici enfatizó que “el próximo gobierno tendrá que, en primer lugar, atender la situación social”. La investigadora de la Universidad Nacional de Moreno señaló que “es importante dejar a un lado el repetido argumento fiscalista: la restricción es en dólares, no en pesos. Argentina tiene la capacidad de sostener el gasto público para ampliar la base previsional, la AUH, el financiamiento de nuevas universidades y del desarrollo científico, puesto que estos gastos no derivan en una elevada demanda de divisas”.