El gobernador mendocino Alfredo Cornejo, quien supo integrar la mesa chica de decisiones de Cambiemos, salió ahora a desmarcarse del gobierno y de las medidas que desencadenaron la brutal devaluación de los últimos días. “Yo no soy miembro del gobierno”, dijo claramente el titular de la Unión Cívica Radical, uno de los partidos fundadores de la alianza oficialista, apenas cuatro días después de la dura derrota por quince puntos que le propinó el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández a Mauricio Macri.
Cornejo fue el primer radical en mover las fichas fuera del tablero de Cambiemos, en la antesala de la cumbre de radicales que se realizará esta noche. Inclusive, llegó a referirse a la tan temida transición entre Macri y Fernández, dando por concluido el ciclo de la alianza oficialista. “El poder político lo tiene el gobierno, pero el poder simbólico lo tiene el que ganó las PASO el domingo”, subrayó en diálogo con América minimizando aún más la capacidad de gobernabilidad de Macri.
El gobernador mendocino, uno de los grandes perdedores en su provincia en las PASO, aclaró que él no tiene “ninguna influencia sobre el gobierno”. “Ha quedado clarísimo en todo este proceso”, agregó el titular de la UCR, quien insistió “los decretos los ha firmado Macri en soledad”. “Yo doy mi opinión pero no gobierno”, enfatizó. En Mendoza, el Frente de Todos arrasó en la categoría presidencial por 40,4 por ciento sobre 37,33 por ciento cosechado por Macri.
Los radicales se encontraban anoche para analizar los pasos a seguir tras el revés en las urnas de Juntos por el Cambio. Allí hablaría Cornejo, quien antes tendrá una conversación con Macri. Los radicales están preocupados por la elección de octubre, pero también por la pérdida de bancas propias.
En su duro análisis sobre el resultado electoral, el radical evaluó que en las primarias del domingo “hubo un voto bronca referido a la situación económica, que definitivamente es mala”. “No es mala para los pobres, es mala para la clase media empobrecida y para la clase media. Mala para los sectores productivos, para las pymes, para los cuentapropistas”, fue la curiosa explicación de Cornejo, quien evitó hablar del efecto de la crisis en un país con un 35 por ciento de pobreza.
El gobernador mendocino indicó que la “la clase media le tuvo paciencia en el 2017”, durante las elecciones legislativas, porque “Macri ofrecía un futuro más simbólico que real”. “Se lo sostuvo con símbolos como anticorrupción, transparencia, sistema republicano, pero la Argentina cuando está en procesos económicos y críticos tiene alta tolerancia a la corrupción”, amplió.