Israel prohibió el ingreso al país de Ilhan Omar y Rashida Tlaib, las dos primeras mujeres musulmanas en llegar al Congreso estadounidense, luego de que el presidente, Donald Trump volviera a cargar duramente contra ellas a través de Twitter. Las legisladoras integran "El Escuadrón", cuarteto de mujeres demócratas que se convirtió en el blanco favorito del actual mandatario.
"Israel mostraría una gran debilidad si permite la visita de las representantes Omar y Tlaib. Odian a Israel y a todo el pueblo judío, y no hay nada que pueda decirse o hacerse para que cambien de opinión", señaló Trump en su cuenta de Twitter. "¡Son una desgracia!", exclamó luego.
No es la primera vez que Trump se enfrenta con Omar y Tlaib, que suelen criticar al gobierno israelí. Un mes atrás, el presidente dijo que las cuatro congresistas de color (las dos mujeres musulmanas, pero también Alexandra Ocasio-Cortez de Nueva York y Ayanna Presley de Massachusetts) debían "volver a sus países".
En un principio, el gobierno israelí anunció que les permitiría visitar el país, pero el premier Benjamín Netanyahu cambió de opinión, en un giro que generó fuertes rechazos en Estados Unidos, incluso por parte de organizaciones pro-israelíes. Motivado por la presión de Trump, el primer ministro israelí decidió no permitir la entrada de las dos legisladoras, alegando que promueven el "boicot" a su país.
"No permitiremos que las congresistas ingresen en el país. No permitiremos que ingrese en el país cualquiera que niegue nuestro derecho a existir en el mundo. En principio, esta es una decisión muy correcta", justificó la decisión la vicecanciller israelí, Tzipi Hotovely. El Ministerio del Interior, intentando suavizar la medida, añadió que si Tlaib, de origen palestino, pidiera visitar a familiares suyos, lo estudiaría "por motivos humanitarios".
Israel aprobó hace dos años una ley que prohíbe el otorgamiento de visas a cualquier persona que públicamente respalde o pida cualquier tipo de boicot contra Israel por su política de desarrollo de asentamientos en territorios palestinos, que ya fue declarada ilegal por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Fuerte rechazo de distintos sectores
Omar y Tlaib tenían previsto viajar el fin de semana a Israel y Cisjordania como parte de una gira planeada por Miftah, una organización sin fines de lucro liderada por la legisladora y veterana negociadora palestina por la paz, Hanan Ashrawi. Ashrawi define a la medida israelí como un "escandaloso gesto de hostilidad contra el pueblo estadounidense y sus representantes".
El propósito de la visita, siempre según la dirigente, consistía en "darle a las congresistas una forma de acercarse directamente al pueblo palestino, y ver las cosas desde el propio terreno”. “¿A qué le tienen miedo?”, se preguntó, en clara alusión al gobierno israelí.
Pero las reacciones también llegaron desde Estados Unidos. El Partido Demócrata le advirtió a Trump que, aunque las opiniones anti-israelíes de sus dos congresistas no reflejen la posición del partido, el veto a su visita dañaría las relaciones entre el partido y el gobierno israelí, que ya venían afectadas por cortocircuitos entre Netanyahu y el ex presidente Barack Obama, debido a prácticas violatorias sobre el territorio palestino.
Incluso, el actual mandatario estadounidense se metió en problemas con los líderes republicanos en el Congreso, y asociaciones pro-israelíes en el país. “Estoy seguro de que cualquiera que venga aquí con las orejas abiertas, los ojos abiertos y la mente abierta, podría regresar al país con un entendimiento de la situación, como estamos haciendo todos aquí, reconociendo el vínculo inquebrantable entre ambos países”, dijo el líder republicano en el Congreso, Kevin Mc Carthy, frente a periodistas en Jerusalén, liderando una delegación de 31 legisladores. El líder congresista de los demócratas, Steny Hoyer, coincidió con sus palabras, según reflejó The New York Times.
La reconocida asociación estadounidense pro-israelí AIPAC se sumó al repudio, planteando inusuales críticas a Netanyahu. "Estamos en desacuerdo con el apoyo que las congresistas Omar y Tlaib dan al movimiento anti-Israel. Tlaib pide la solución de un Estado. Pero nosotros también creemos que cualquier miembro del Congreso debería ser capaz de poder visitar y vivir de primera mano la experiencia de nuestro democrático aliado Israel", twitteó la organización.
De origen palestino (con familia en Cisjordania) y nacida en Detroit, Tlaib es congresista por Michigan mientras Omar, nacida en Somalia, es representante de Minnesota. Este fin de semana, las dos legisladoras planeaban visitar Jerusalén Este, Belén, Ramalah y Hebrón. Según diversas fuentes, también recorrerían el santuario Haram al Sharif (según el Islam) o el Monte del Templo (según el judaísmo), en la Ciudad Vieja, pidiendo hacerlo sin la escolta de la seguridad israelí.
Uno de los principales rivales de Netanyahu en las elecciones generales del próximo 17 de septiembre, el diputado centrista Yair Lapid, lo acusó de moverse motivado únicamente por "intereses electorales". "Estas dos congresistas son antisemitas, pero no permitir su entrada hace un gran favor al movimiento pro-palestino de boicot. Tendríamos que haberlas dejado entrar para mostrarles que tenemos razón en el conflicto", afirmó Lapid en declaraciones a la radio pública Kan. El cambio de postura de Israel, en plena campaña electoral, parece tener un claro motivo: Donald Trump es el principal aliado del primer ministro en el ámbito internacional.