La inestabilidad financiera le dio este jueves un respiro a los inversores. El dólar marcó un retroceso de casi 3 pesos hasta los 59,72 pesos. Las acciones en la bolsa porteña rebotaron más del 15 por ciento y los bonos de mediano y largo plazo subieron hasta 27 por ciento. El precio de los activos había bajado a la mitad entre el lunes y el miércoles. Esto hizo que empiecen a aparecer los compradores de riesgo. Las ganancias exorbitantes que ofrecen los títulos hicieron que la codicia le gane al miedo. Las reservas se siguen derritiendo. Bajaron 545 millones de dólares y acumulan una caída de 2623 millones en la semana.

Medida del Central

El Central anunció a media mañana medidas para intentar contener el tipo de cambio. Se redujo al 5 por ciento el tope de tenencia de billetes en moneda extranjera que pueden tener los bancos. Esto no afecta a los depósitos de los clientes sino que impacta únicamente en los activos propios de las entidades financieras. La medida empezará a funcionar a partir del 20 de agosto y busca incrementar la oferta de divisas en la plaza cambiaria.

Poca oferta

El mercado de compraventa de dólares de la Argentina es pequeño. Se trata de un problema porque amplifica las devaluaciones en momentos de fuerte incertidumbre financiera. Los inversores privados que se decidieron a vender divisas en los últimos días fueron muy pocos y eso aceleró el ritmo de la devaluación.

El ejemplo del lunes es el más claro para mostrar la volatilidad que genera un mercado de cambios reducido. Se operaron solamente 500 millones de dólares, una cifra bastante inferior respecto del promedio diario operado en los últimos meses (800 millones). Pero 500 millones fueron suficientes para generar un salto del dólar de 25 por ciento.

La explicación de este evento puede plantearse de dos formas. La primera es que hubo intención de Central de dejar correr la divisa. La segunda es que no tuvieron pericia suficiente para salir a intervenir a tiempo o que el Fondo paró las intervenciones.

La demanda de moneda extranjera por motivo refugio no fue ni el único ni el principal problema para contener el salto del tipo de cambio. La falta de vendedores (o sea la falta de liquidez) dio espacio para las subas abruptas.

Billetes de los bancos

La norma del Banco Central busca moderar este problema de liquidez. Se pretende reducir la cantidad de billetes en moneda extranjera que los bancos pueden mantener en sus cuentas. La medida es muy específica pero no es compleja de explicar.

La banca tiene una posición general de cambios. Es una proporción de activos dolarizados que puede mantenerse respecto del patrimonio total. Esa cifra es del 5 por ciento y puede armarse de distintas formas: billetes líquidos, contratos de dólar futuro y otros instrumentos atados a la moneda extranjera.

La regulación del Central hace que los bancos sólo puedan tener en el total de la posición general de cambios el 5 por ciento de billetes líquidos. El 95 por ciento restante deberá ser en contrato de dólares futuros u otros instrumentos dolarizados. Hasta el momento esto no tenía tope y los bancos podían tener en billetes el 100 por ciento de la posición.

Mercado y reservas

La jornada financiera despertó algo de tranquilidad entre los inversores. Los días anteriores habían sido sumamente desordenados y se marcaron pérdidas elevadísimas. Este jueves fue de fuerte rebote tanto en las acciones como en los bonos.

Los bonos fueron la estrella de la jornada. El Bonar 2024 había sido uno de los más castigados en los últimos días. Este jueves marcó un avance de 27 por ciento. El Bonar 2020 fue otro de los títulos con un importante rebote: 25 por ciento. El riesgo país bajo un 10 por ciento, a 1735 unidades (-211 puntos).