@“Luego de las elecciones el presidente dijo: ‘Que el dólar se vaya donde se tenga que ir y que los argentinos aprendan a votar’”, afirmó el ex titular del Banco Central Martín Redrado. La explicación que ofreció el consultor para la escalada en la cotización de la moneda estadounidense colisiona con el discurso extorsivo que plantearon el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal el lunes pasado cuando aseguraron que “el mundo” votó en contra del Frente de Todos. Redrado consideró que la disparada en el precio del dólar que llegó a tocar los 66 pesos en el frenético inicio de la semana post PASO respondió a “una instrucción política para dejar correr el tipo de cambio sin tener techo”. El ex funcionario advirtió que esa definición de la Casa Rosada “generó la maxidevaluación que después se trasformó en esta corrida”, agregó para enfatizar que la prioridad del Gobierno debería ser frenarla.
Las presiones sobre el mercado de cambios y el derrumbe en el precio de bonos y acciones no sorprendieron a nadie. La contundencia de los resultados de las elecciones primarias preanunciaron un nuevo episodio de tensión financiera que la inacción del Banco Central y el Palacio de Hacienda convirtió en una violenta corrida. Las autoridades no sólo no recurrieron al restringido instrumental que disponen para evitar una devaluación sino que el escape de los inversores financieros fue aceitado por la desregulación total del mercado cambiario que implementó el propio gobierno. Sin embargo, Macri consideró que la incertidumbre financiera reflejaba el error de los votantes al acompañar una fórmula que “no tiene credibilidad en el mundo”. El mandatario no sólo no intentó calmar las aguas sino que aseguró, con virulencia, que “si el kirchnerismo gana, esto es sólo una muestra de lo que puede pasar. Es tremendo lo que puede pasar”. Aunque al día siguiente ensayó un tímido pedido de disculpas, Macri aseguró que “el mundo ve eso como el fin de la Argentina. Los argentinos debemos decidir si vamos al pasado, que nos lleva a lo que pasó hoy”.
La amputación del herramental necesario para administrar el mercado cambiario fue paulatina y se volvió irreversible tras el pacto con el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, el Banco Central todavía cuenta con algunos instrumentos para intentar desactivar una corrida. Redrado, el economista que se desempeñó hasta 2010 al frente de la autoridad monetaria hasta que fue eyectado de su cargo por negarse a implementar el programa de pago de deuda con reservas, consideró que la ausencia del BCRA en la plaza cambiaria fue una decisión del presidente Macri. “El BCRA estuvo mirando desde la tribuna lo que pasaba en el mercado en lugar de estar interviniendo”, indicó el director de la Fundación Capital al sostener que “mis colegas recibieron la instrucción de que se corrieran del mercado”.
Redrado fue bautizado por el periodista Bernardo Neustadt como “Golden Boy” cuando lo invitaba a su programa televisivo para celebrar las virtudes del programa económico menemista. El economista hizo una extensa y prolífica carrera en el sector público. El presidente interino Eduardo Duhalde lo designó como secretario de Relaciones Económicas de Cancillería y mantuvo ese cargo con la llegada de Néstor Kirchner que, dieciocho meses después de asumir, lo consagró al frente del Banco Central. Allí se desempeñó hasta 2010 cuando el gobierno de Cristina Fernández definió removerlo. Antes de acceder a esas posiciones, a comienzos de los años noventa, Redrado estuvo al frente de la Comisión Nacional de Valores, desde donde promocionó la escandalosa salida a la bolsa de Sevel del Grupo Macri.
Durante sendas entrevistas que ofreció ayer, el economista consideró que el Gobierno debería avanzar “sobre acuerdos con los exportadores cerealeros y contratos de futuro del tipo de cambio para darle certeza a la oferta de divisas”. Para Redrado, “el BCRA podría buscar en otros bancos centrales (como ocurre actualmente con China) líneas de liquidez contingente que le podrían otorgar más músculo”. Las declaraciones fueron realizadas al término de su participación en la Conferencia Regional del grupo hotelero Wyndham en Panamá. Redrado es uno de los políticos argentinos que figura en la megafiltración de información financiera Panamá Papers. Documentos identificados revelan que durante la mayor parte de su gestión en el Ministerio de Relaciones Exteriores, el economista fue CEO, director y accionista de una compañía denominada Puntogol Corp, una firma establecida en las Islas Vírgenes Británicas con la colaboración del estudio Mossack Fonseca.
“La Argentina se debe a sí misma el debate de cómo vuelve a crecer, cómo baja la inflación, cómo elimina la pobreza, y no quedarnos con una discusión bastante pobre, de futuro versus pasado. Los argentinos nos merecemos una discusión que salga de esta mediocridad de si es volver al pasado, volver al zafarrancho que nos dejó Cristina o a esta mediocridad que no resuelve los problemas”, sentenció en referencia a la situación pos PASO. Sobre el candidato presidencial Alberto Fernández dijo respetarlo profesionalmente y tener un “excelente diálogo”. “Hablamos desde hace más de 30 años”, definió.