La decisión de la Cámara Federal de Rosario de conceder al colectivo Madres Que se Plantan el recurso extraordinario para llegar hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación fue celebrada por Carina Prietto, madre de Juan Cruz, un nene de 9 años con síndrome de Asperger que mejoró su salud de manera notoria cuando comenzaron a suministrarle aceite de cannabis. "Para nosotras es muy importante este veredicto de la Justicia porque creemos que en el autocultivo está la eficacia de los tratamientos. Que el que quiera ir a los laboratorios, que vaya, pero que la opción del autocultivo esté, con el acompañamiento de los profesionales y la investigación", dijo Prietto a Rosariol12.
"El tema debe regularse seriamente a nivel nacional. A través del castigo no se puede regular, y de la prohibición mucho menos. Creo que el Estado debe dar un marco legal que establezca pautas, tiene que aggiornarse a lo que está pasando y dejar de lado las cuestiones comerciales que son muy fuertes, si no la problemática va a ir creciendo", agregó.
Prietto es una de las siete madres rosarinas que habían sido autorizadas por un fallo de primera instancia de la Justicia Federal a cultivar cannabis para producir el aceite. El fallo fue apelado por el gobierno nacional y la Cámara lo acató, lo que significó un revés para la iniciativa del autocultivo de cannabis medicinal.
Las madres presentaron un recurso para llegar hasta la Corte que los camaristas aceptaron el pasado viernes. "Queremos agradecerles a los jueces, ellos no toman dimensión del temor que tenemos porque no cumplimos una ley y se sabe que no lo íbamos a cumplir. Es una carga muy fuerte, estamos muy expuestas, una piensa hasta en la posibilidad de que le saquen a una la tenencia de su hijo", apuntó.
Según Prietto, "una forma de regular esta situación sería otorgando permisos para aquellos que lo necesiten, y a través de los médicos se supervisará lo que está haciendo ese paciente, el que va a la farmacia que vaya con una receta. El Estado tiene que intervenir de manera seria".
Mientras daban la batalla judicial, las madres lograron avanzar con el testeo de los aceites que producen en la Facultad de Bioquímicas de la Universidad Nacional de Rosario. "Es fundamental saber lo que tiene el aceite para que actúe como un medicamento y así poder preparar dos o tres frascos que van a garantizar un par de meses largos", indicó Prietto.
Si la Corte acepta el recurso, las madres confían en que varias organizaciones que los vienen acompañando se presenten como amigos de la causa. "Seguramente muchas otras se van a sumar porque cada vez hay más gente que consume, que se interesa y la ve como una opción. Es un grito en silencio de gran parte de la sociedad, me parece que podemos dar batalla en la Corte Suprema y quizás poder cambiar un poquito las leyes. A diferencia de otras organizaciones, le damos mucha importancia al médico, al investigador, creemos que es el camino", afirmó Prietto.
Cuando las Madres Que se Plantan presentaron el inédito amparo colectivo en la justicia rosarina, Prietto contaba: "Cuando arranco con todo esto lo hago en pos de mejorar la salud de mi hijo Juan Cruz. Me decían que un niño con autismo, con Asperger, no sale de su rutina. Hoy él va a pijamadas, a campings, salimos a comer afuera, estamos organizando su cumpleaños, empezó a hablar de corrido, no tiene vergüenza".