El consumo de combustible en el mercado local cayó el año pasado 2,6 por ciento con respecto a 2015, según datos del Ministerio de Energía. El impacto de la crisis económica, combinado con la fuerte suba que viene registrando el precio del gasoil y las naftas impactó de lleno en el mercado. Las ventas totalizaron 15,4 millones de m3, registrando un retroceso interanual de 406.810 m3, que se focalizó centralmente en el segmento del gasoil. En el caso de la estatal YPF, que concentra más del 50 por ciento del mercado, el retroceso fue del 6,5 por ciento, significativamente por encima del promedio, retrotrayéndose a los volúmenes vigentes en 2012, año de la expropiación de la compañía por parte del Estado argentino.
“El fuerte aumento en el precio de los combustibles y el saldo negativo en cuanto al desempeño de la economía en 2016 impactó de lleno en los niveles de comercialización que tenemos los estacioneros de todo el país”, sostuvo la dirigente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (Fecra), Rosario Sica.
“Estos datos no hacen más que alertarnos sobre lo que puede pasar de continuar un desempeño tan magro en materia económica para este año, sumado a una política de precios del combustible que muchas veces se hace impagable por parte del público consumidor”, puntualizó.
En la discriminación por segmento, los combustibles diesel (gasoil grado 2 y grado 3), consumidos principalmente en el agro, transporte e industria, experimentaron en 2016 un retroceso del 6,5 por ciento con respecto a 2015.
Para el gasoil grado 2 o “común”, que suele ser utilizado por los transportistas camioneros, la caída fue de casi 10 por ciento, ya que en 2016 el consumo fue de 5,3 millones de m3, versus 5,9 millones en 2015. A su vez, en el segmento de las naftas súper y premium, demandadas fundamentalmente por autos particulares, las ventas permanecieron estancadas, lo que marca un fuerte contraste con 2014 y 2015, períodos en los que las ventas habían crecido por encima del 4 por ciento. “Imposibilitados de pagar los numerosos incrementos en los servicios públicos y con el aumento del costo de vida, numerosas familias en todo el país han dejado de utilizar el auto como medio de transporte habitual para recortar gastos y así nivelar sus finanzas domésticas”, puntualizó Sica. Los datos corresponden a 2016 y los especialistas coinciden en que la retracción pueda llegar a profundizarse todavía más por los nuevos ajustes en los precios. Los combustibles aumentaron en enero y podrían volver a hacerlo en abril.