La Justicia de Estados Unidos ordenó la captura e incautación del petrolero iraní Grace 1 por violar las sanciones contra Teherán. El barco estuvo retenido durante más de un mes en Gibraltar y el pasado jueves la justicia de ese país, territorio británico de ultramar, permitió su liberación. De esta manera se reaviva la crisis diplomática entre Teherán, Washington y Londres.
En un comunicado, el Departamento de Justicia estadounidense afirma que el petrolero sirve a un tráfico "ilegal" hacia Siria, orquestado por los Guardianes de la Revolución, el ejército iraní al que Washington añadió a su lista negra de "organizaciones terroristas extranjeras". Además de la incautación del carguero, el tribunal federal estadounidense que emitió la medida también ordenó la confiscación del petróleo que lleva en carga (unos 2,1 millones de barriles) y de 995.000 dólares. Se debe a violaciones a la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés), y las leyes de fraude bancario, lavado de dinero y confiscación de terrorismo.
El comunicado de la justicia norteamericana da cuenta de viajes engañosos realizador por el Grace 1 que "involucran a múltiples partes afiliadas a la Guardia Revolucionaria. Una red de compañías fantasma supuestamente lavaron millones de dólares en apoyo de tales envíos".
Entre tanto, Irán comenzó a cambiar tanto la bandera como el nombre del petrolero, y envió una nueva tripulación para permitirle zarpar. El Grace 1 será rebautizado con el nombre Adrian Darya y asumirá bandera de la República Islámica de Irán, dejando atrás la panameña, anunció el viernes Jalil Eslami, vicedirector de Puertos Iraníes y de la Organización Marítima.
El pertrolero fue interceptado y abordado el 4 de julio cerca de la costa de Gibraltar por las sospechas de que transportara crudo a una refinería de Siria, país sujeto a sanciones de la Unión Europea (UE). Las autoridades iraníes negaron en varias ocasiones que se dirigiera al país árabe.