Con el hashtag #QueremosSerQuerella, y bajo el lema de Justicia por Abril y Romi, amigas y familiares de Romina y Abril Wilson realizarán hoy un corte en Congreso, en la esquina de Entre Ríos y Rivadavia, a las 17. Las dos mujeres, Romina Wilson la madre, y Estefanía “Abril”, la hija, fueron apuñaladas hace exactamente dos años en su departamento de la calle Constitución y Solís y todas las acusaciones apuntaron a la pareja de Romi, Juan José Campos. La experiencia del grupo de amigos, sobre el corte de Congreso es positiva. La difusión de la primera concentración, al cumplirse un año del doble femicidio, derivó a los pocos días en la detención de Campos, en Santa Fe. Ahora reclaman que a falta de familiares directos, una tía sea tenida en cuenta como querellante. La burocracia procesal les impide serlo (no son familiares directos).

La causa judicial dice que la madrugada del 20 de febrero de 2015, en el tercer piso, departamento 14, de la calle Constitución 1734, Elizabeth “Romi” Wilson, de 44 años, y su hija Estefanía “Abril”, de 19, murieron acuchilladas. La pareja de Romi, Juan José Campos, que convivía hacía unos meses con ellas, respondió a una vecina alarmada por los alaridos que escuchó en el edificio. “¿Oíste algo? ¿Dónde fue?”, preguntó Campos. Las hipótesis de los investigadores apuntan a que Campos salió rápidamente al pasillo a preguntar y limpiar sospechas. Los vecinos sostienen que durante dos días, Campos simuló que todo estaba en orden y convivió en el departamento 14 con los dos cadáveres y más de veinte gatos que cuidaba Abril dentro de la vivienda de dos ambientes. Al segundo día lo vieron salir como siempre y ya no volvió. Los cadáveres los descubrió Ricardo Loiácono, padrastro de Romina, el 24, después de llamar insistentemente al teléfono sin que le respondieran. “Me pareció raro que Abril no contestara, siempre estaba pendiente del llamado del teléfono”, dijo a este diario.

Las amigas de Abril movieron la causa. Pintaron murales, organizaron eventos, reunieron fondos, diseñaron remeras, armaron pancartas, participaron en las marchas de #NiUnaMenos y realizaron su propia concentración, un viernes a las 17, cuando se cumplía un año del doble femicidio. Fue un día gris y lluvioso. Se concentró un grupo nutrido de amigas, familiares y vecinos. A pulmón. Las imágenes fueron transmitidas por móviles televisivos y difundidas por este diario. Tres días después, Campos fue localizado en Santa Fe por una mujer que vio su rostro en las pancartas que habían confeccionado las chicas, en televisión, y se dio cuenta que lo ubicaba. Tenía su propio muro en Facebook, donde aparecía su foto junto a la de su nueva pareja con una beba.

Una vez detenido, las amigas intentaron presentarse como querellantes junto a una tía para formalizar un familiar, y poder acceder al juicio para impulsar medidas, pero no fueron aceptadas porque la tía llevó sus documentos según el juzgado fuera de fecha. En Cámara rechazaron a las amigas como querellantes pero aceptaron a la tía. Llegaron a Casación.

“Actualmente la causa se encuentra trabada en la Cámara de Casación Penal –dijeron a PáginaI12 las amigas de Abril–, ya que ante la solicitud de Marta Visco, tía de las víctimas, de constituirse como parte querellante, solo recibió respuestas negativas y arbitrarias por parte de la justicia; negándole la posibilidad de representar plenamente a Abril y Romi durante el juicio y así poder controlar y exigir la condena correspondiente. Son incontables las ocasiones en donde la justicia machista falló en contra de las mujeres y esto pretende ser una avanzada más sobre nuestros derechos. Exigimos a los jueces de Cámara de Casación Penal que le conceda una querella plena de facultades.”