Donald Trump busca agilizar la deportación de migrantes indocumentados. Así se desprende del borrador de un memorándum confeccionado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que establece nuevas guías para implementar órdenes ejecutivas del presidente. En el texto, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, señala que “el aumento de inmigración en la frontera sur ha desbordado a las agencias federales y los recursos” y “ha creado una vulnerabilidad significativa en seguridad nacional de Estados Unidos”. Según el diario The Washington Post, las nuevas guías harían más difícil solicitar el estatus de refugiado en Estados Unidos, permitirían la detención de más indocumentados y darían más autoridad a los agentes de migración. La administración Trump quiere deportar de forma acelerada (“expedited removal”) a aquellos migrantes indocumentados que no puedan demostrar que su estancia en el país en los dos últimos años fue legal. Hasta ahora eso sólo se hacía en la frontera. 

En el borrador, el gobierno también da la orden de reclutar a 10.000 nuevos agentes de migración y 5.000 agentes fronterizos, tal y como se establecía en la orden ejecutiva de Trump firmada el 28 de enero. Al parecer no se verían afectados por la orden ejecutiva los 750.000 jóvenes indocumentados que se beneficiaron del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), aprobado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama.