El presidente estadounidense Donald Trump redobló la apuesta contra los medios que replican las denuncias en su contra y critican sus medidas más polémicas. Esta vez, fue más allá, al pronosticar que el mítico diario New York Times “va a cerrar rápidamente” después de que termine su gestión, “con suerte, en seis años”. "El 'periodismo' ha llegado a lo mínimo en la historia de nuestro país. No es más que una máquina de propaganda malvada para el Partido Demócrata”, denunció el mandatario por Twitter al reforzar sus ataques contra uno de los símbolos de la prensa escrita en ese país. En sus páginas el Times publicó todos los avances de la investigación acerca de la supuesta interferencia de Rusa en las elecciones de 2016 que ubicaron a Trump en la Casa Blanca.
El republicano acusó por Twitter al diario, uno de sus blancos preferidos desde el comienzo de su gobierno, de tener “cero credibilidad”. De acuerdo a Trump, el NYT “está perdiendo una fortuna”. En ese marco, estimó que habrá un giro en la información de la publicación para conseguir su visto bueno en medio de esa supuesta crisis. “Estoy bastante seguro de que me respaldarán sólo para que todo funcione”, resaltó.
La respuesta de los directivos del New York Times no tardó en llegar. El jefe de corresponsales del diario en la Casa Blanca, Peter Barker, compartió un informe del Times que indica que en este último año tuvieron ganancias por más de 37.9 millones en el segundo trimestre. “Los ingresos aumentaron y las suscripciones alcanzaron un récord”, reforzó.
El CEO y presidente del diario, Mark Thompson, afirmó también en un comunicado que el Times había disfrutado "otro trimestre fuerte en el crecimiento de suscripciones digitales y que estamos haciendo un progreso constante hacia nuestra meta de alcanzar los 10 millones de suscripciones totales para 2025".
No contento con el escándalo que desató por hablar de la salida de circulación de uno de los diarios más importantes del país, Trump culpó también previamente al “fallido New York Times” de practicar el periodismo “corrupto” y de ir en una "Caza de brujas contra el racismo" en su contra.
El presidente vinculó al diario con el informe del exfiscal Mueller sobre su rol en la injerencia rusa. El exdirector del FBI fue el encargado de investigar cualquier coordinación entre la campaña de Trump y el gobierno ruso durante dos años. Mueller concluyó que Rusia trabajó para interferir el resultado de las elecciones de 2016 en nombre de Trump, pero no pudo establecer una “conducta criminal”. No obstante, aclaró que el mandatario no había sido exculpado.
"Aquel fracaso es una muestra de una de las representaciones más devastadoras que ha sufrido el periodismo en su historia», enfatizó Trump y afirmó que el Times "fue atrapado por un filtrador que ahora está cambiando su narrativa".
Las nuevas acusaciones de Trump están relacionadas con la filtración de comentarios del editor ejecutivo del Times, Dean Baquet con su equipo. En los mensajes que se publicaron, Baquet había deslizado la posibilidad de dejar de lado la investigación de Muller. De acuerdo a Trump, la orden fue comenzar escribir sobre él y la raza en los próximos dos años.