Está cada vez más claro que el gobierno de Brasil que encabeza Jair Bolsonaro tomó la campaña electoral argentina como una manera de hacer campaña interna, sino no se entiende la insistencia de hablar todos los días del tema, criticando a Alberto Fernández y al kirchnerismo. En esta ocasión fue el turno del canciller Ernesto Araújo, quien comparó al candidato presidencial del Frente de Todos con una mamushka rusa: "Lo abres y está Cristina Kirchner, lo abres y está Lula y después Chávez". Fernández ya avisó que no seguirá respondiendo las "bravuconadas" de Bolsonaro y sus funcionarios en pos de preservar el vínculo bilateral.
Es llamativa la secuencia de declaraciones de funcionarios brasileños metiéndose sin pruritos en la campaña electoral argentina. Empezó Bolsonaro echando mano a la remanida comparación de un posible destino venezolano para Argentina en caso de que ganara el Frente de Todos. “No creo que él quiera seguir en esa línea de libertad y democracia", dijo Bolsonaro sobre Fernández. Luego fue el ministro de Economía, Paulo Guedes, quien amenazó con una ruptura del Mercosur en caso de que el nuevo gobierno de Argentina busque cerrar la economía.
Alberto Fernández le respondió a Bolsonaro. "Celebro que hable mal de mí. Es un misógino, un racista. Yo lo único que le pido es que deje a Lula en libertad", reclamó. Luego, en la entrevista que concedió el fin de semana a PáginaI12, se arrepintió de haber retrucado a las "bravuconadas" del presidente de Brasil y dijo que no entraría más en ese juego. Al ministro de Economía le avisó que no tenía en sus planes cerrar la economía.
Pero, ayer, quien retomó la pelea fue el canciller Araújo en un reportaje con Clarín. Además de la figura de las muñecas rusas, consideró que "no tenemos mucha ilusión que ese kirchnerismo 2.0 sea diferente al kirchnerismo 1.0". "¿Cuál es el currículum del candidato Alberto Fernández y de la candidata Cristina Kirchner? Es un currículum de un Mercosur que es utilizado para fines ideológicos, que no servía para sus fines comerciales, y también de falta de compromiso con la democracia", sostuvo el canciller brasileño, un confeso admirador de Donald Trump. El ministro señaló algo que también repite a diario Bolsonaro, que es la visita que Alberto Fernández le hizo a Lula en la cárcel a poco de iniciar la campaña. "El pensamiento de Lula creó un país con los problemas que conocemos", agregó. En verdad, el temor de Bolsonaro es que el triunfo del Frente de Todos en Argentina renueve las fuerzas de los partidos progresistas de la región, incluyendo al PT de Lula.