"Fue un plan común", dijo el fiscal Adrián Spelta al imputar ayer al único detenido por el "irracional" homicidio de Marcos Guenchul, como coautor. En audiencia, Caio Soso, de 31 años, técnico en higiene y seguridad, solo habló para dar sus datos personales. Sobre el móvil del crimen, Spelta dijo que la víctima tenía un conflicto con la madre de su hija, actual pareja del imputado. Además, reveló que Soso actuó en conjunto con otro hombre -buscado por la autoría material del crimen- y que cada uno tenía un rol. "Su función fue de conductor", señaló. La noche del 23 de julio esperaron 49 minutos que la víctima saliera de su gimnasio, lo abordaron y el otro sospechoso disparó dos veces, mientras el imputado acompañaba el desplazamiento de ambos, manejando su auto. El seguimiento de cámaras de seguridad, las luces de stop del auto trabadas, el cambio de número de teléfono y las antenas que lo ubicaron en la zona del hecho, más el intento de fugarse a Beirut fueron algunos de los elementos de prueba en su contra. La jueza Trinidad Chiabrera ordenó la prisión preventiva por el delito "homicidio agravado por el uso de arma de fuego".

De la investigación por el crimen del entrenador en Sucre y Mendoza surgieron testimonios sobre la previa y la noche del hecho que generó varias marchas de la familia y amigos de la víctima. Sobre el final de la audiencia, los allegados le gritaron "asesino" y otros insultos al acusado.

Guenchul tenía 32 años y una nena pequeña con Priscila D., con quien mantenía un conflicto por el régimen de visitas, según lo que manifestaron sus amigos, allegados y una abogada de Familia, ante el fiscal.

Priscila declaró hace unos días como testigo e indicó que convivía con Soso al momento del crimen, y que él "estaba sin trabajo pero que estaba peleando su reincorporación a Aguas Santafesinas -donde también trabaja ella- con el sindicato de Obras Sanitarias donde está el tío de la mujer, -el secretario general- Oscar Barrionuevo", reveló el fiscal.

Además, la joven brindó un relato de los horarios de aquella noche que para el acusador no coincide con los elementos colectados. También se encontró una carta de su madre en la que le refiere que por la tristeza que le hacía sentir a su hija el conflicto con Marcos, "haría cualquier cosa por hacerlo desaparecer del mapa". La joven refirió que su ex "no la ayudaba". En la imputación se indicó que D. borró sus mensajes con Caio y cambió de teléfono. Además, testigos señalaron que ella decía que si le daban las visitas, él le haría daño a la nena. El 25 de julio tenían un encuentro en Tribunales de Familia, donde ya se venía trabajando el régimen.

La noche del hecho, Marcos consultó en la aplicación de la Municipalidad el horario de la línea K y salió hacia la parada. "Lo abordan cuando llega el colectivo y lo trasladan por Sucre hacia el sur en forma violenta. Le da dos disparos después de sacarle la mochila y uno de ellos impactó en la cabeza de la víctima", dijo el fiscal sobre la forma en la que el tirador perpetró el hecho; pero descartó que se tratara de un robo. Un vecino de la zona declaró haber escuchado: "¡Quedate quieto!" y dos disparos. Incluso el colectivero vio "dos fogonazos". En todo ese trayecto, de unos 30 metros, Caio los seguía en el auto. Luego, el tirador subió al Peugeot y huyeron.

Un amigo del acusado declaró que Soso le pidió dormir en su casa y que antes del fin de semana le comentó que se iría a El Líbano, donde tenía una oferta laboral, pero su amigo dudó porque D. está embarazada. "Dijo que quería juntar plata porque iban a tener una hija", señaló Spelta sobre ese testimonio.

La defensa, en tanto, planteó que el acusado estuvo dos veces en Fiscalía para acompañar a D. en su testimonio. Y dijo que su cliente viajaría a El Líban, cuando fue detenido la semana pasada, pero negó que fuera una fuga.

 

En conferencia de prensa, el fiscal planteó que "parece un móvil irracional y lo es", pero aseguró que la evidencia coloca al acusado "en el lugar del hecho y con su propio vehículo". Incluso, dijo que "hubo un intento de robo (a Marcos) en idénticas condiciones", días antes del crimen, lo que podría leerse como un primer intento de lo que sucedió luego.   

Las cámaras de seguridad de varias cuadras que recorrió el auto de Caio permitieron reconstruir el hecho que relató Spelta. En la audiencia el fiscal hizo hincapié en la luz de freno trabada del auto, que se ve en las imágenes que difundió el Ministerio Público de la Acusación sobre el momento del hecho.