A puertas cerradas, los diputados nacionales del radicalismo se reunieron en la Cámara de Diputados para analizar la dura derrota de la alianza oficialista en las PASO y comenzaron a diseñar una estrategia propia que los despegue de la campaña nacional que maneja el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en aquellos distritos donde la UCR hegemoniza y mantiene un mayor peso en el seno de Juntos por el Cambio. En cada uno de esos territorios, el radicalismo se hará cargo del control de la campaña con un sesgo más “local” y “tradicional”, para tomar distancia de la reelección presidencial de Mauricio Macri, y definitivamente por fuera del “fracasado” sistema de big data que impusieron los ahora resistidos Peña y Jaime Durán Barba.
Este miércoles, antes del mediodía, los diputados radicales participarán de un encuentro del interbloque de Cambiemos en la Cámara baja, solicitado por Mario Negri, y a primera hora de la tarde varios de ellos --especialmente quienes son candidatos a cargos legislativos-- participarán en la reunión de urgencia que convocó el presidente de la UCR y gobernador saliente de Mendoza, Alfredo Cornejo, en el Comité Nacional partidario.
La UCR explorará su propio camino sin atender la estrategia electoral del gobierno nacional en busca de “revertir” el resultado de las primarias o al menos “salvar la ropa” en las generales del 27 de octubre en aquellos distritos que gobierna, como Mendoza, Corrientes y Jujuy. Además de aquellos distritos donde el radicalismo tiene un peso mayor que sus socios en la alianza oficialista, lo que podría incluir ciudades y municipios en provincias con supremacía macrista, como el territorio bonaerense.
El radicalismo sabe que es un periplo contrarreloj, pero está dispuesto a transitarlo. El tema electoral fue el eje excluyente de la reunión que los diputados radicales tuvieron a puertas cerradas este martes en el Congreso aunque en principio la reunión contenía un temario más extenso, con varios puntos vinculados a la suerte que podría correr la alianza oficialista en octubre: la brusca devaluación de la moneda, el reemplazo del renunciante Nicolás Dujovne por Hernán Lacunza en el Ministerio de Economía y las medidas de “alivio” anunciadas por el presidente Macri; además de la agenda parlamentaria en medio de la campaña electoral.
La discusión ya había llegado al seno del Gobierno. El miércoles pasado, Cornejo y el gobernador jujeño, Gerardo Morales, llevaron su preocupación por la derrota y la necesidad de modificar la estrategia electoral a la Casa Rosada. Allí se reunieron con Peña y el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y quedaron en volverse a encontrar esta semana.
En el radicalismo consideran que en octubre podrían intentar mejorar el resultado electoral en sus provincias si toman en sus manos la campaña. Algo que no consideran desacertado hacia el interior de la alianza oficialista, si los principales candidatos territoriales del macrismo, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernadora bonaerense ,María Eugenia Vidal, descartaron las directivas de Peña y ensayan sus propias estrategias.
La cuestión no escapará al debate interno de los socios del interbloque de diputados oficialistas (PRO, UCR y CC), convocado para este miércoles a las 11 por su jefe, el radical cordobés Mario Negri. Allí también se planteará la necesidad de avanzar con una agenda legislativa en busca de retomar la iniciativa política en el Congreso para intentar cosechar algún rédito electoral: una lista que incluye, en principio, la denominada ley de Ficha Limpia, que impide ser candidatos a cargos electivos a quienes tengan sentencias judiciales; el juicio en ausencia que el oficialismo quiere habilitar para los acusados iraníes en el atentado a la AMIA; y el proyecto para evitar abusos de posición dominante en supermercados, conocido como ley de Góndolas.
De todas maneras, la modificación de la estrategia de campaña para las elecciones generales es la preocupación principal de la UCR. Una discusión que se trasladará al Comité Nacional, en una reunión convocada por Cornejo, con las autoridades partidarias, los candidatos del radicalismo y hasta sus gobernadores.