Lejos del edificio en condiciones que soñaron durante años, los más de 150 chicos y chicas que padecen discapacidad intelectual de la escuela especial Nº 14 serán trasladados a un piso de la escuela integral interdisciplinaria Nº 3, que no está en condiciones de albergarlos y pone en jaque su experiencia pedagógica. “Se está vulnerando el derecho a la educación de los chicos que van a ser apiñados en un lugar que no corresponde”, denunciaron los gremios del sector, que enmarcaron la situación dentro del “contexto de ajuste del Gobierno de la Ciudad a la educación”. La comunidad educativa advirtió que en definitiva se trata de "otro cierre de escuelas" porque “dos instituciones educativas en un mismo edificio implica el cierre de una”.

El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y la ministra de Educación, Soledad Acuña, se negaron a hacer las reformas estructurales necesarias en el edificio de Independencia 668, en San Telmo, el único centro educativo especial de toda la zona sur de la ciudad de Buenos Aires (Barracas, La Boca y San Cristobal), al que concurren chicos de entre 6 y 16 años. Sin consultarlo con los directivos, el Ministerio informó recientemente su fusión con la escuela Nº 3, ubicada en Piedras 1430, a pesar de que ambas se especializan en patologías distintas. Ayer, alumnos, docentes y padres realizaron un semaforazo con carteles de “no al cierre de las escuelas” y se declararon en “estado de alerta”.

El problema es que no se están fusionando dos escuelas iguales, por eso los docentes advierten que su experiencia de aprendizaje se va a ver directamente afectada. Tampoco están dadas las condiciones edilicias para albergarlos en la escuela nº 3, en la que sólo se destinará un piso para los 100 alumnos involucrados. “Va a ser un lío porque absorben 100 chicos más y ellos van a tener que compartir el comedor con chicos con distintas problemáticas”, advirtió a Página/12 Jorge Adaro, secretario general de Ademys.

Los alumnos que concurren a la 14 tienen discapacidades que exigen diferentes modalidades de atención pedagógica (visuales, auditivas, motoras, intelectuales, trastornos severos de la personalidad). Es lo que el Ministerio define como “escalafón C”. La 3, por el contrario, está dirigida a niños que tienen dificultades en el proceso de aprendizaje y requieren de flexibilidad en la enseñanza (escalafón B). Esta sería la primera vez que escuelas tan disímiles convivan juntas.

La decisión fue tomada por el Ministerio luego de que un grupo de arquitectos recomendara tomar medidas urgentes para proteger la salud de los chicos ante las deficiencias de la escuela 14. Sin embargo, los gremios denuncian que no está en los planes del gobierno plantear una solución a largo plazo y que esta medida provisoria “se va a convertir en definitiva”. “El edificio de la 14 está colapsado, no está preparado para ser escuela, por eso la comunidad educativa reclama que se construya uno nuevo, con las condiciones adecuadas”, contó a este diario Angélica Graciano, supervisora de Educación Especial y secretaria de educación de UTE.

Los directivos de la escuela 3 también manifestaron su desacuerdo con el traslado, porque recientemente se redefinió como escuela integral interdisciplinaria y está en pleno proceso de implementación de cambios pedagógicos. “Cada escuela es una unidad pedagógica y sobre todo se están vulnerando los derechos de los pibes que tienen que estar en grupos más chicos o solos para trabajar pedagógicamente en sus aprendizajes” advirtió Graciano. El viernes que viene la comunidad educativa va a realizar otro semaforazo, pero en la puerta de la escuela 3 para protestar por la situación y reclamar una reunión con la ministra Acuña.