La profundización de la crisis económica impacta también en la obra pública. Las delegaciones de Rosario y Santa Fe de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) reclamaron a los tres niveles de Estado buscar alternativas para evitar una brusca parálisis de la actividad y advirtieron que están en riesgo unos 2 mil puestos de trabajo.

"Rosario no va a licitar nuevas obras, hay muchos trabajadores que se quedan sin trabajo", dijo el representante de los obreros de la construcción, Sixto Irrazabal.

El dirigente contó que los delegados de la obras también están recibiendo información sobre posibles despidos. "Ahora a raíz del cambio de gobierno y en ese plazo de 4 meses, no sabemos qué puede llegar a pasar", manifestó.

"No queremos perder más puestos de trabajo. En las obras de la provincia trabajan unos 6 mil obreros, que dependen de la obra directamente y un promedio de 40 mil los que está relacionados indirectamente", señaló.

Ayer las delegaciones de Rosario y Santa Fe de la Cámara Argentina de la Construcción se reunieron con representantes de la Uocra para ratificar que "están en el mismo barco sufriendo las mismas consecuencias". Los constructores están preocupados por la ejecución de las obras en marcha, y por la baja de las licitaciones, ya que -según explicaron- "entre el llamado y la efectiva generación de trabajo hay no menos de 6 meses".

 

El gerente de la delegación rosarina de la Cámara, Rubén Llenas, dijo: "La provincia se va a ver afectada en su recaudación desde ahora hasta fin de año en 2500 millones de pesos".